(11) Thomas tomo mi mano hasta llegar de vuelta a casa. Sus manos cálidas siempre estuvieron sosteniéndome religiosamente, hasta que llegamos a la entrada de la casa. Yo estaba en la novela nube al estar al lado de este hombre, que ahora me muestra un lado que nunca pensé que pudiera demostrarme. Quién iba a saber que detrás de este hombre orgulloso y con aires de superioridad, tendrían un corazón tan grande. Pero al llegar a casa, más problemas me estaban esperando. Mi padre de inmediato me hizo frente al llegar, mientras sostenía una copa de wiski en su mano. Parecía estar molesto y no tardó mucho en hacérmelo saber. –Tu abuela me llamo y me dijo lo que hiciste. Y a pesar de que no tenia muchas fuerzas, le contesté: –Tu madre siempre trata de humillarme, no se porque te empeñas

