Luego de la batalla que había tenido con Robert me percataba que la puerta estaba abierta y con ello Cassandra no estaba. Valiéndome de eso aproveche de salir. Al llegar a la entrada del club sin saber cómo Franco se encontraba allí, acompañado de Cassandra y un grupo policial. Verlo aparecerse en medio del terror que me invadía me hizo correr a sus brazos.
Debido a lo que ocurría las autoridades detenían a todos los presente para luego encargarse de encontrar a Robert.
Pese a que no sabía cómo reaccionar ante ese hecho que había ocurrido, el cual no era fácil de procesar, de pronto un incesante llanto provino de mí, envuelta en ese sentir de forma inesperada percibía los brazos de Franco sobre mí, a su vez que mencionaba que me tranquilizara, que todo iba a estar bien.
En
