Como parte de los hábitos que debía empezar a tener estaba el correr como una práctica diaria. Su compañía era la mejor, como si se tratara de esa figura de hermano mayor que no llegue a tener. Otras de las prácticas que debía llevar a cabo para poder alimentarme era aprender a usar la cocina, hecho que aunque lo intentara muchas veces no logre hacerlo como debía. El poco tiempo libre que teníamos lo usábamos para que pudiera conocer la ciudad e infinidad de lugares que empezaban a ser de mi agrado. Asimismo, me presento a su equipo de trabajo; maquillistas, vestuaristas y publicistas, quienes me ayudarían en todo mi proceso. Con el paso del tiempo a cada persona que conocía manifestaban que estaban maravillados con mi particular atractivo, siempre lo elogiaban, inclusive en las