—No sabría decirte, las pocas veces que nos hemos visto no hablamos sobre eso, diría que su interés fue saber cómo era nuestra relación.
—¿Sobre eso que respondiste? espero no le hayas confesado la verdad.
—De ninguna manera, no soy tonta. Le seguí el juego, dije que efectivamente tu y yo manteniamos un romance.
—Que bien, es lo mejor, y viendo que no hay ningún problema con ella podrías pedirle que te acompañe mientras llego, por ello deberás avisarme donde estarás para ubicarte.
—De acuerdo Franco, así será, espero me traigas un obsequio de Alemania—siendo alguien detallista conmigo, muchas veces había tenido gestos que me dejaban maravillada.
Desde que conocí a Franco una especie de atracción surgió aunque sabía que no habría correspondencia de su parte. En algunas ocasio
