—Sigo sin entender tu tiempo, ni siquiera eres pura, ya me lo has dicho, no te hagas la digna conmigo y mejor lárgate, deberías verte en un espejo ¡Luces horrible!— gritaba esas despectivas palabras sobre mi como si no lo escuchara.
En vista de lo ocurrido decidí retirarme, no tenía sentido que permaneciera allí siendo tratada de esa forma.
Pese a la tristeza que me embargaba me dirigí al departamento, estar allí me llevaba a recordar a Franco, lo extrañaba, deseaba que estuviese para confortarme con su compañía. Aunque mantenía una relación con Christian me sentía sola y herida por la forma en como era su trato hacia mí.
Ante ese estado descompuesto en el que estaba me encamine al refrigerador, admirando lo que había empecé degustando algunos helados sin importarme si llegaba a
