—No importa cuánto dinero se pague a la policía, siempre habrá alguien queriendo jactarse delante de la gente y aunque se diga que todos los favores, tienen un precio hay gente reacia a cooperar—explicó Ahmet—. La Turk es crimen, sea como sea y su cara es Ruzgar Arslan. Es respetado por ello, porque es quien reciente toda esa problemática judicial que al final del día, impacta a todos.
Elif frunció el ceño.
Su marido era la cara de un imperio que tanto él, como Kerem Gurkan disfrutaban bien. Cada uno tenia sus compromisos dentro. Concluyó esa conversación por objetividad, pues no quería que Ahmet sospechara de ella por hacer esa clase de preguntas. Conforme se fuera acercando a la cúpula, iba a obtener más de lo que necesitaba.
Dos horas mas tarde, con algunas compras ya hechas, entró
