¡Que se vieran! ¡Que la metiera en su cama!
¡Le daba E-XAC-TA-MEN-TE IGUAL!
O no.
(…)
No pensó mucho para matar a ese hombre.
Era el administrador de los Aksoy, por supuesto que no debía seguir respirando. Cuando fueron quemados en el Ölum y pasó una semana después de la boda, se encargó de que pusiera sobre la mesa todo lo que Burak Aksoy construyó con los años. No era poco dinero, pues su posición y el territorio que gobernaba era gigantesco. Habría sido una enorme pena que tanto dinero se perdiera y con Elif en una posición donde inclusive respirar le molestaba, tomó la fría decisión de encargarse él mismo de la situación.
Burak siempre fue bueno para administrar. Tenía una ávida mente para convertir cualquier cosa en dinero y sus números lo reflejaban muy bien. No había toca
