Comentarios así iban y venían a su alrededor. Sintió que la copa le temblaba en las manos, por las ganas que tenia de explotarla en la cabeza de alguien, pero se contuvo. Se encontró con Kerem en cierto momento de la noche y cuando ambos se estrecharon en un abrazo, el Mudur aprovechó para molestarlo.
—¿Noches cansadas en Al-Fitan?
—No seas un imbécil, Gurkan, no conmigo.
—Pensé que Elif Aksoy era un problema muy obstinado e insolente que te tenía harto—susurró divertido—y yo no sabía que eras un experto disfrutando de esa insolencia y convirtiendo esa obstinación y rebeldía a tu favor.
—Voy a golpearte.
Chasqueó la lengua con sus ojos burlones captándolo con detalles.
—Quien lleva, también soporta, Arslan.
—¿Me cobras por el pasado?
—No ¿Cómo crees? —sonrió—. Aprovecho opo
