—La inconsciente eres quien no se da cuenta. —¿De que no me doy cuenta? —De que Rizvan no dejó de mirarte desde que llegaste. —¿Y el problema? Es amigable y amable también. La única persona que ha tenido una conversación desinteresada conmigo en mucho tiempo y que, además, no me miró como un trozo de carne, al menos al momento que conversamos. Sus pensamientos no me importan al final. Cuando lo hagan, tal vez le ponga interés. No puedo quejarme si existe un interés. Es muy agradable a la vista y tal vez no lo sepas, pero…—se inclinó para susurrar—, tiene una buena v***a también. Comenzó a caminar en dirección opuesta a la piscina, justo a la zona donde quedaba predispuesto el balcón del salón de eventos. Muchas personas subían al segundo piso a conversar, pero en ese momento, estaba

