Fue una amenaza. Lo sintió por la forma en como la miró. Le dedicó un ultimo gesto y pasó a su lado. —¿No te cansas? —¿De qué? —De fingir ser buena—espetó Elif casi enferma de la posición que tomó al respecto. Estaba tan mal con el mundo que no quería confiar en todo aquel que usara consejos buenos para disfrazar lo malo. —¿Y tu no te cansas de vivir tras la sombra del pasado? —. La respiración de Elif se agitó. —No te preocupes. Mis palabras son objetivas, pero si te hace creerme más, tampoco me agradas del todo. Como podría agradarme la mujer que tiene en su cama al hombre que amo. Pero se perder Elif, se perder y mantener mi guardia firme. Mi tiempo pasó demasiado rápido. Decidí esperar por la posibilidad y terminé sin tiempo y sin esperanza. Un riesgo que se corre cuando eres

