BOLU, TURQUIA. Esa mujer con ojos tan brillantes como los cielos estrellados de Bolu durante el otoño parecía tener la capacidad de eliminar cualquier destello de malas emociones a su alrededor. Quiero ser más que tu mujer, una simple oración que el entendió perfectamente y que le hizo sentir que la herida en su costado tal vez era solamente el resultado de los demonios que arrastraba junto al pasado. Habia acariciado su mejilla antes de separarse de él y dar sus primeros pasos en dirección de la que sería su residencia por aquella noche. Dejó a todos los hombres en la ciudad y se enfocó en pensar en como sacarla de Turquía sin levantar más sospechas. Fue muy cuidadoso cuando llegó a ese lugar porque aun guardaba para si mismo esa amarga experiencia que tuvo que enfrentar cuando se quedar

