ESTAMBUL, TURQUIA. El pasado era sorprendente. Elif no pudo conciliar el sueño después de escuchar aquella historia que parecía sacada de un libro de horror. ¿Qué clase de padre podía hacer algo así a sus propios hijos y esposa? Fingió quedarse dormida poco después, pero quien realmente lo hizo fue su marido, quien cerró sus ojos y terminó complemente perdido en los brazos de Morfeo mientras ella veía cada rasgo de su rostro. Era increíblemente como podía dormir tan bien y a la vez verse tan en paz. Tomó aire y tragó saliva. No podía juzgarlo y tampoco estaba asustada o descolocada por el pasado que arrastraba consigo. En el mundo donde creció cosas así eran comunes. Estaba acostumbrada a escuchar a familias que terminaban muertas a hijos que atraicionaban a sus padres y que eran ex

