—¿Ahora? ¿Has dicho ahora? —Si, dije ahora. Ni siquiera volteó a mirarlo. —No veo porque te molesta. Deberías comenzar a pensar en Rizvan o en cualquier otro hombre como mi nuevo destino. Tu tienes tus planes una vez del divorcio y si existiera la posibilidad de escoger, yo también debería tener mis prospectos. Cada uno merece rehacer su vida. Yo no estoy molesta de pensar que probablemente termines casado con Celik y cumplirás sus sueños frustrados. Si has elegido el divorcio, no tomes el futuro con tanta negativa, cuando fuiste tu quien lo escogiste. La mujer sintió como su brazo era sujetado y fue obligada a ponerse de pie. Le sujetó con fuerza y la obligó a verlo a los ojos. —¿Me estas reprochando la decisión? —No—respondió—. Estoy diciendo lo que podría pasar después. —Pu

