ESTAMBUL, TURQUIA. Nunca iba a olvidar la expresión de Arabelle cuando dijo aquello. Los ojos de la mujer parecieron aterrados nada más de concebir la idea y aunque sus labios se abrieron para pronunciar palabra, sintió que todo se le quedaba atorado en la garganta. Claro que no podía decirle a Ruzgar algo así, pero por otro lado tampoco podía esperar que Elif hablara de una situación así nada más al ocurrir. Debió haber estado sumamente confundida y ellos buscaron aprovecharse de su dolo. La mirada de la Kralice pareció perdida mientras en su cabeza se ataban toda clase de cabos. Hablar ahora o no hacerlo, decidirlo, era sumamente complicado. La policía era un tema delicado para la Turk, para todos. —¿Estás segura de lo que estas diciendo? —Ellos me buscaron en Capadocia. —Tiene m

