Definitivamente había perdido la cabeza… No, de hecho, era perfecto. Simplemente perfecto. Quizá hace unos minutos atrás todo lo que había pasado por su mente se podría considerar una completa vesania, pero una vez que parte de ello salió de su boca, pudo ver muchos puntos a su favor. Si bien hubo dicho que sería un beneficio para ambos, Logan sabía que él era quien saldría ganando más. Lo único desfavorable que encontró fue el hecho de tener que confiar en alguien desconocido, aunque, por supuesto, no dejaría que ese alguien hiciese algo en su contra. Había mucho en juego y él se consideraba un excelente jugador, con una mente estratega por naturaleza.
—Sigo sin entender, señor Parisi —habló la fémina, ocupando nuevamente la silla.
Logan solo la observó por unos segundos, realmente la
