Sus labios en los míos. Su piel suave. Sus músculos fuertes. Su rostro sonrojado. Su piel con la mía. Sus gemidos en mi oído, llenando la habitación, enredándose con los míos. El dolor de estar a su lado. La felicidad en forma de lágrimas, lágrimas frías y amargas, las recordaría todos los días. ❁❁❁❁❁❁ Even me arrastró por las escaleras con la llave sujeta en su mano, corrimos los dos tramos que nos separaban de la habitación, hasta llegar a una puerta de madera blanca con el número 15. Él abrió la puerta, sus manos tomaron mi cuello y sus labios besaron los míos una vez más, en ese momento nada más importó, solo éramos él y yo en una habitación desconocida de sábanas verdes y una puerta cerrándose a nuestras espaldas. Su beso fue desesperado, como si temiera que en algún m

