En mi interior algo me dijo que estaba teniendo una pesadilla fuera de lo común, en mi cabeza todo era tan real como las lágrimas que estaba soltando a ríos, y en mi cuerpo añoraba volver a sentirse seguro. Me volvería loca. Por un lado Noah y su extraño ataque de nuevos sentimientos, y por el otro Alex, alguien a quien apenas conocía, pero que ya había puesto mi mundo pies para arriba. No podía dejar de pensar en él, no podía dejar de querer sentirlo, no quería que se fuera lejos… pero era igual de dañino que Noah porque no sabía nada de él, ni cuánto me podía llegar a dañar. Caminé lo más rápido que pude fuera de esa casa, tratando de alejarme de Noah, de Kate, de… —Emma… Caminé con más prisa. —Aléjate. —Emma… —No, Noah, no me harás esto… —Emma… —logra alcanzarme a la v

