Capítulo 1. El cuento inicia.

1639 Words
Mi nombre es Hanna Stevenson Harrow y esta es la historia de como mi mayor sueño se convirtió en una realidad que comenzaría a atormentarme. Todo empezó como un día normal, el sabor del cigarro y el alcohol de mezclaba aún en mi boca, haciendo que tuviera una sed , una extraña resaca provocaba una palpitación en mi cabeza y para cuando una suave cola rozó mi rostro, me di cuenta que todo mi mundo daba vueltas frente a mis ojos. Con un profundo gruñido a modo de protesta toque la cabeza de mi pequeña Mika, una gatita que un día había llegado a mi casa para quedarse como parte permanente de mi vida, sabía que me estaba exigiendo comida, sabía que debía levantarme pronto o comenzaría a correr encima de mi hasta que le hiciera caso pero también sabía que aún no juntaba la fuerza suficiente para hacerlo, y al darme vuelta sobre las suaves mantas de la cómoda cama y ver un ambiente en extremo obscuro y desconocido que tomaba forma lentamente frente a mí, mientras daba aún más vueltas, lo confirmaba. Me puse boca a arriba analizando poco a poco mi situación, sentí cuando Mika se bajó de mi cuerpo, en seguida perdiendo el peso extra que sofocaba un poco mi pecho, para colocare a los pies de la gran cama mientras me observaba curiosa, su pequeña carita atigrada era lo único que reconocía en este extraño lugar. -¿Como llegue aquí?- Solté en un suave susurro, sintiendo mi voz ronca y mi cabeza revuelta. Trate de recordar, lo último en mi memoria era estar frente a la computadora en la pequeña mesa que ocupaba como escritorio en mi apartamento, las múltiples bebidas que me había llevado a la boca esa noche, una más de esas, repletas de frustración, recuerdo haber sentido como el bloqueo de escritora me había privado de continuar con la historia que había estado escribiendo y la tensión que me había provocado la carta de mi editor dándome el ultimátum de que tenía solo dos meses más para entregar el libro terminado o mi contrato se terminaría. Moviéndome lentamente coloqué mi brazo cubriendo mis ojos y solté un suspiro de frustración cuando una suave y casi infantil risa llego hasta mis oídos haciendo que mi corazón se saltara un latido y llenando mi cuerpo y agarrotada mente de terror, de un solo y rápido movimiento me senté sobre la cama y vi fijamente a Mika que con una extraña sonrisa me veía fijamente, poco a poco solté el aire que no me había dado cuenta que sostenía. -Debo estar aún más ebria de lo que creía o todavía dormida- le digo a la gatita que no me pierde de vista generándome algo de ansiedad. -Si, ya entendí mi bebé, tienes hambre y ahora estoy alucinando también. Tratando de despejar mi mente y mis ideas me estiro buscando la botella de agua que tengo siempre en mi mesa de noche y ahí es cuando me doy cuenta de que algo está muy, muy, pero que muy mal, no solo no está mi botella en donde siempre la dejo, sino que nada es lo que debería ser, me encuentro en un lugar que nunca antes había visto pero que me parecía extrañamente familiar, pasó la mano sobre la suave madera de la mesita de noche que está adornada solo por un extraño orbe flotante, acaricio las extremadamente suaves sábanas que me cubren el cuerpo que también me parece extraño, mucho más delgado y estilizado que mi sedentario cuerpo, el cabello que por lo general mantengo agarrado para controlar los castaños rizos ahora cae como una cortina de tinta negra que acaricia el final de mi espalda, hasta mis manos ligeramente temblorosas lucen diferentes, más largas, finas, delicadas y extrañamente hermosas. De un salto me levanto de la cama y me observo, todo es diferente, no reconozco la ropa, la cama, ni nada, este no es mi pequeño apartamento en el centro de Harlem City, está luce como la cálida habitación de una pequeña cabaña, a pasos lentos me acerco hasta la ventana que abarca casi la totalidad de una de las paredes, toco con suavidad las cortinas dándome cuenta que en realidad son pequeñas ramas repletas de hojitas en miniatura que cubren la vista, la luz del sol es tenue cuando logro despejar el espacio suficiente para echar un vistazo al exterior, árboles gigantescos cubren el paisaje de un exuberante y frondoso bosque, mi respiración deja algo empañado el cristal frente a mi y al momento de acariciar la helada superficie transparente siento el beso gélido que acaricia mi piel, poco a poco me doy cuenta de que eso no es cristal en absoluto, es hielo, hielo mágico como…. -No puede ser…- Detengo mis pensamientos de inmediato. -Esto no puede ser real, no puede no…- Ya se porque me parece familiar todo esto, mi mente lucha por comprender como una habitación que yo describía en mi libro estaba ahora justo frente a mi. -Pero lo es, es muy real y por fin estás aquí- La suave voz casi infantil acompañada de la misma y burlona risa vuelven a llenar el silencio de la habitación, dejando caer las ramitas nuevamente en su lugar me doy vuelta y veo fijamente a la pequeña gatita que continúa observándome fijamente desde la cama. -Por favor, dime que eres tú la que me está hablando y que no me estoy volviendo completamente loca.- Respondo con temblorosa voz y sintiendo como mis piernas planean ceder en cualquier momento. -No sabría decirte si te estás volviendo loca, para mi siempre lo estuviste un poco, por eso me caes bien, pero en efecto soy yo la que te está hablando.- La extraña media sonrisa aún se dibuja en su rostro mientras la veo mover su pequeña boquita, dejándome atónita y por fin cediendo un poco ante la sensación de desmayo. -Dios santo- Murmuró mientras me dejo caer poco a poco hasta quedar sentada en el piso y ahogó una combinación de risa histérica y grito aterrado entre mis manos. -Vamos, esto no es tan malo como se ve, además de que tiene una explicación mucho más sencilla de lo que te podrías imaginar.- Comienza a decirme la gatita mientras se baja de la cama de un brinco y se acerca hasta mi rozando su suave pelaje contra mis piernas y soltando un ronroneo tranquilizador. -Te escogimos por una razón y este bloqueo del que has estado sufriendo ha estado retrasando las cosas, por lo que mi ama y yo hemos decidido darte un empujóncito en la dirección correcta. Bajo la mano y acarició el espacio entre sus orejas, siempre creí que la pequeña gatita poseía cierta magia en ella por cómo había simplemente aparecido un día en la puerta de mi apartamento y se había adueñado de cada espacio como si siempre le hubiese pertenecido pero sin dudarlo esto sobrepasaba por mucho mis expectativas con el poder que pudiera contener su pequeño cuerpo. -¿Puedes explicarme un poco más por favor? ¿A que te refieres con tu ama y que es lo que se supone que hago aquí?- Mis nervios se calmaban cada vez más rapido, quizá porque su suave ronroneo también era mágico, quizá porque en parte esto resultaba un sueño hecho realidad o porque mi mente lo procesaba como un sueño muy vivido. -Te explicare lo más básico ahora porque no tenemos demasiado tiempo, la historia ha comenzado y es momento de que salgas y la vivas tu misma.- Comenzó a relatar mientras se recostaba de costado dejándome acariciar su pancita. -Mi ama es Morgana, la bruja del bosque de la que por ahora ocupas su cuerpo, ella ha visto cómo estás manejando la historia y quiere que la vivas un poco desde su perspectiva, podrás usar toda su magia y vivir cada paso desde su visión, ella quiere que cuentes su historia y lo hagas bien ya que ella fue la que te envío a tu mundo para que puedas darle la magia a este mundo, magia que necesita para seguir existiendo.- Comencé a fruncir el ceño generando aún más preguntas en mi mente pero una mordida lo suficientemente fuerte para hacerme quitar la mano de su cuerpo me hizo reaccionar y observar cómo colocaba sus patitas sobre mis rodillas y me veía fijamente. -Cada escritor de tu mundo narra historias que de cierta forma son reales, cada uno de ellos son de alguna manera magos que al narrar la historia le dan vida y esa vida genera magia que viaja a cada mundo imaginado y lo nutre y con cada lector que se pierda en la historia crece su poder, así que como vez, esta no es cualquier historia y mi ama no es cualquier bruja, es una muy poderosa que viajo hasta ti para que le ayudes a dar vida a este mundo suyo y me ha encargado a mi como tu guía. -Wow….- Una sonrisa boba se había dibujado en mi rostro y mi cuerpo se había llenado de emoción al borde de las lagrimas, una parte de mi quería brincar de emoción y alegría al pensar que todos aquellos personajes que había conocido y amado en los libros eran reales en algún lugar, en algún mundo y en definitiva estaba lista para ayudarlos a seguir generando esa magia que les daba vida. -Bien esa es la actitud.- Casi leyendo mis pensamientos Mika se alejó y camino hasta un antiguo ropero con gigantescas puertas de madera y un intrincado dibujo de troncos decorándolas. -Ahora si no te importa, es momento de que salgas y crees el primer capítulo de este libro tuyo y para eso deberás ser la bruja del bosque y ese camisón no es prec isamente la imagen que queremos dar.
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