Dolor de piernas

1493 Words

ZOE Mi cerebro se apagó nada más se ver la visita que tenía esa noche. Era como si se hubiera ido de vacaciones sin avisar. Mi pecho se contrajo al verlo en la puerta, con el rostro desencajado. Tenía a Nikolai Foster, CEO de medio planeta, parado en mi departamento, con los ojos ardiendo y la mandíbula tan tensa que podía romper diamantes. — Señor Foster, ¿qué hace aquí?—Pregunté, pero mi voz salió como un murmullo culpable porque me percaté que traía una toalla enredada, pues sus ojos me recorrieron de pies a cabeza. En circunstancias normales, una esposa se e sentiría cómoda con la presencia de su esposo mientras tiene una toalla que apenas le cubre las nal**gas. Pero en mi caso era diferente, porque estaba ante un hombre que solo necesitaba el estatus de casado y nada más. No me

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD