ZOE
No supe en qué momento pasó, pero en menos de un suspiro estaba con la espalda pegada a la pared y aprisionada con el cuerpo de Nikolai sobre mí. Sentí su respiración rozándome la piel, y mis piernas temblaban como gelatina barata.
— ¿Así que “solo amigos”? —Murmuró, bajo, con esa voz que hacía vibrar hasta el aire— ¿Y encima insinuas que puedes buscarte a otro?
— Eres tú el que dijo delante de la doctora que solo somos amigos. No sé muy bien qué problema te cargas con tu ex mujer, pero me lo has dejado claro. Solo es el papel lo que te importa, y por el resto solo seremos amigos.
— ¿Y lo vas a aceptar así de buenas a primeras?
El muy cab**rón me hizo alzar una ceja porque no sabía si estaba hablando en serio.
Tragué saliva con tanta fuerza que casi me atraganto. Intenté manten
