Capitulo 39 Me alegré de que no me estuviera mirando. Su escrutinio me resultaba desconcertante, aunque me resultaría difícil explicar por qué. -Sé que no soy tu Maestro Lidia, pero me parece que no funcionas bien si él no está presente. El corazón me dio un vuelco. Él había juzgado mis mecanismos internos demasiado bien, estaba seguro de que me estaba tendiendo una trampa. No debía responder. —En ese caso he decidido hacer lo que creo mejor. — Sentí sus ojos sobre mí, me estremecí y estaba segura de que lo vio. —¿Quieres entender lo que sería ser mi esclavo?— Pensé que me desmayaría en el suelo, eso era precisamente lo que me había advertido el Maestro. Muchos dominantes habían intentado hacer lo mismo en mi breve incursión en el mundo de Internet. Me pareció muy aterrador y me dem

