Capitulo 10 Me doy cuenta de que paso la cena en silencio, sirviéndole. A él le gusta la carne roja, parece que le encanta comerla todos los días. Le encanta la comida sencilla, a mí no me gusta tanto y anhelo algo con más sabor. Como resultado, descubro que tengo poco apetito, aunque tampoco es que coma mucho. Mastico mi pan y decido formular mi pregunta. Se necesita mucho coraje. Intento desarmarlo lanzándole una de mis miradas más coquetas. Veo que responde y saco de ello mi pequeño vestigio de coraje. —Llevo aquí un rato, señor. ¿Me va a mostrar los alrededores... el exterior?— Mi petición sonaba poco convincente, pero era lo mejor que podía hacer. Una sonrisa cruel y demasiado familiar retorció su rostro apuesto y rudo mientras clavaba sus vibrantes ojos verdes en los míos. Parecía

