Te he dicho millones de veces que no caeremos en el juego de esas estupideces Bastian, soy el dueño, presidente de la compañía y negocios, no llegue aquí por ser una cara bonita, harás las cosas a mi manera, no hay otra.... Bastian era un joven de 26 años, alto, rubio, preciosos ojos azules, siempre bronceado perfecto, como si su piel incitara a las chicas a acariciarlo, hacía mucho ejercicio, no porque se preocupara mucho por el físico, aun que claro no era un holgazán, era su forma de dejar salir las frustraciones que su tío, el señor Roger Lamprou le provocaba. — Se a lo que te refieres tío, pero hay tecnologías que nos ayudarían mucho, es un gasto que se recupera fácilmente, el ingeniero Davison vendrá con la propuesta, al menos tienes que escucharlo por favor, te aseguro que es much

