Agatha no podía creer que Elie le dijera algo así, ¿Cómo podría estar feliz en ese lugar? Algo no cuadraba. — Pero Elie tú, ¿No puedes estar hablando en serio? Decía Agatha sin poder creerlo, ¿Elie estaba feliz en ese lugar? — Tranquila nana, de verdad, mírame, estoy bien, quiero quedarme aquí, mis padres han sido maravilloso conmigo, estoy muy feliz, echaba de menos mi hogar, mis cosas, todo. Agatha no podía creerlo, pero si Elie decía eso estaba claro que el detective no podría hacer nada mas. — Elie no debes tener miedo, nosotros te ayudaremos, sabes que cuentas con nuestro apoyo. Decía Marcus buscando en la mirada de Elie una sola duda, pero Elie había sido entrenada toda su vida para fingir, una charla tan aburrida que parecía estar tan entretenida, un momento de tristeza conver

