Damián no quiso siquiera preguntar nada, solo observo a Elie tras su madre y se disculpó con ella, dos disculpas en un solo día, era asombroso, Damián jamás lo hacía. — Asegúrate que la echen de mi casa George, no quiero a esa mujer en mi casa de nuevo, ¿Estás bien querida? Pregunto Hanna preocupada por Elie, que casi era atacada por esa mujer, Elie se sentía complacida, al menos había devuelto el favor a esa mujer, la humillo, la llamo suicida, pero la hizo enfurecer para sacarla de sus casillas. — Sí, estoy bien, tranquila, creo que lo mejor será irme. Pero Hanna se negó. — No querida, tú eres bienvenida en mi hogar, a quien no quiero volver a ver es a esa mujer, vamos iremos por algo de beber. Los Dimou al ver a Elie supieron que había funcionado cualquier cosa que hubiese planead

