Pasado olvidado

2016 Words
—¡Salimos de esta pocilga! —el grito de mi mejor amigo se hizo escuchar. —Matt, cállate —golpeé su hombro—, aún nos quedan unas horas. —Auch. —Uy, que nena eres. —Soy una nena candente —subió y bajó sus cejas. —Claro que sí, fortachón. —Deja de ver Hércules... —Jamás. —¡Fox y Monroe! —miramos al pizarrón— ¡Tomen sus cosas y vayan con el director! —Esto es tu culpa —me pegó en la frente con la palma. No me quedé atrás y le pegué en la nuca. —Jejeje —salí primero y caminé lentamente hacia la dirección. —Espera —me abrazó por los hombros y caminamos así hasta ese frío y oscuro lugar. —¿Otra vez? —nos miró la secretaria del director con decepción. —Ya sabe cómo es la profesora Thellar. —Es una buena profesora, chicos... La graduación no estuvo mal, todo el tiempo, Matt estuvo molestando a Marc, mi amigo de travesuras. Bueno eso fue antes de reencontrarme con el idiota. Nuestros padres se saludaron con simpatía, mamá es mejor amiga de su mamá y papá es el mejor amigo de su papá, así que íbamos a volver como fuera. Liana apareció con un ramo de rosas rojas y sollozando. Corrió a mis brazos. —Prométeme que estaremos siempre juntas, Alf... —oh no, oh no. —No me hagas llorar, torpe —comencé a llorar y la abracé con más fuerza. —Hey, no me dejen atrás —Matt se unió al abrazo. —Alena, recuerda que debes contarle a Liana nuestro plan. —¿Qué? ¿Se irán y me abandonaran? —sollozo más fuerte haciendo que tres pares de padres nos miraran. —No, boba, mis padres decidieron adoptarte... —subí y bajé mis cejas. —¿Qué? —Bueno, como siempre estás aburrida y solitaria —mi padre me golpeó mientras fruncía el ceño. —Sé más delicada, torpe. —Bueno, el punto es que…, queremos que vengas a vacacionar con nosotros en casa de mis abuelos. —¿Enserio? —Si —dijeron mis padres. Liana tomó su celular y marcó a su madre. —Mamá, iré con Alena a ver a sus abuelos... Bien, adiós. —¿Y? —Me enviaran dinero... —se encogió de hombros sonriendo. Presente. —Eso no me dice como es que comenzaron a salir, Alena... —Oh cierto, ya iba al punto... Un momento, ya recordé a Marc... Cambió bastante. —Alena, te quedan 10 minutos... 6 años atrás. —Mamá, saldré a una fiesta con Liana, irá Matt. —¿Cómo vas vestida? —corrió mi padre hacia mí. —Llevo un suéter —lo miré encogiéndome de hombros. —Pareces un vago —me besó la mejilla. —Dame dinero —tendí la mano. —También te amo, cielo —sacó su billetera y me besó la cabeza mientras me daba el dichoso dinero. —Gracias, te amo —corrí hacia el taxi donde me esperaba Liana. —¿Emocionada? —Algo, me siento toda una rebelde... —Liana me miró con los ojos como plato. —¿Qué traes puesto? —Un suéter —mi amiga levantó una ceja—. Vamos solo quiero ir a divertirme... —Menos mal que traigo ropa de repuesto... ¿Irá Matt? —me miró seria. —Creo, ¿te gusta? —subí y bajé las cejas. —Ni un poquito —parecía molesta—, pero estoy segura que me abandonaras... —Juro solemnemente que no... —¡No caeré con pequeñas frases de Harry Potter! —rayos. —Bien, prometo que no o lo intentaré... —¡Se supone que yo soy tu mejor amiga! —Y lo eres, Matt es mi mejor amigo —marqué la O y la hice reír. —Bien, solo no me abandones... Nos detuvimos unas calles antes, le pagué a Liana mi parte y ella le pagó al chofer, nos bajamos del auto y antes de comenzar a caminar nos escondimos detrás de unos arbustos y mi querida amiga me quitó la ropa y me tendió su plan B. —Da gracias a Dios que eres de mi talla. Un vestido azul y mis converse negras, no las cambio por nada. Caminamos como unas Top Model's y tocamos el timbre. Un tipo de más de veinte años nos abrió la puerta y la música nos sacudió por completo, Li me tomó del brazo y caminamos por el estrecho pasillo hasta el patio gigante. —¡Sacude ese trasero, mujer! —la voz de Matt nos sacó del trance que teníamos con la música y nos tomó de la mano hasta la barra donde había vodka, ron, whisky, tequila, chupitos; en fin, muchos tipos de tragos. —Si tú bebes, yo bebo —me dijo Liana. —Dame una cerveza, compañero —¿esa había sido yo? Soy el puto amo. —Claro —me tendió la cerveza y la amargura me envió a la mierda y de vuelta. Podría acostumbrarme. Entre cervezas y algo de whisky comenzamos a bailar arriba de una tarima como cualquier tipa borracha. Podía distinguir a Matt, pero me hacía reír aún más con sus gestos obscenos que nos hacía. —Liana, dios, necesito orinar —bajamos con ayuda de unos chicos y corrimos al baño. No oriné, expulse todo alcohol en mi cuerpo con un delicioso y sutil vómito, me sentí mejor y me lave los dientes con mi dedo. ¡A seguir bebiendo! Al día siguiente mi cabeza retumbaba, los pájaros cantaban junto a mis oídos y me hacía odiarlos como nunca. Los pies de Liana en mi cara hicieron que me fijara en los demás, que estaban en posiciones incómodas, no solo éramos nosotras. Incluso Matt estaba arriba de un árbol, vaya que fue intensa la fiesta. —Li, Lia, Liana —mi voz era rasposa y sentía la boca asquerosa—, creo que comí basura —la incontrolable risa de Liana la despertó. —¿No recuerdas nada? —me miró directo a la cara mientras se arreglaba el cabello. —Nada... ¿No hice nada malo? —Fuiste a una tienda y asaltaste a una ancianita... —puso un rostro serio y casi me cagué del susto. —¡¿Qué?! —Shh, cállate... —la voz de muchos hizo que me tapara la boca. —Lo siento... —susurré. —Es broma... Besaste a algunos tipos, Matt estaba celosísimo... —¿De qué hablas, por qué lo estaría? —Emm, no lo sé, creo que... Te prestaban demasiada atención. —Oh —me tapé la boca con ambas manos—. ¿Matt es gay? Liana suspiró y volvió a su papel de chismosa. —Exacto. No te burles, aún no encuentra el momento oportuno para decírtelo. —Bien, no diré nada... —me levanté con dificultad y ayudé a Liana. Intenté despertar a Matt, pero realmente se veía agotado y dejé que muriera en el árbol, por otra parte, comencé a buscar mi bolso, donde se suponía debía estar mi ropa. —Aquí está, Alf —me tendió el bolso y me cambié ahí mismo—. Estas mal, chica —dijo mi amiga mientras negaba mirándome. —Shh. Presente. —¡Alena! —la señora se enfureció. —¿Qué? —Ve al puto grano, debo irme —que poco profesional me salió. 6 años atrás. Matt me había enviado un mensaje pidiendo que fuera al parque que estaba frente a su casa. Me cambié de ropa y me subí a mi bicicleta, tres cuadras caminando eran 45 minutos, en bicicleta 10. Salté de la bicicleta y caí encima de Matt, regularizando mi respiración. —Eres tonta, ¿lo sabes? —me empujó despacio. —Dijiste que era algo importante... —Alenigena... ¿sabes que eres mi mejor amiga? —No... —me sentía traicionada por no saber antes que Liana que él era gay. —¿Estás molesta? —me miró confundido. —No... Bueno, dime que es eso que es tan importante. —Desde anoche han venido chicas a coquetear conmigo —golpeó mi hombro como un torpe. —¿Se supone que debas contármelo? —me estaba irritando. ¡Dime ya! —Eres mi amiga, ¿no es así? —voy a llorar si no me cuenta ya. —Bien, eso es asombroso... —¡Cuéntame ya, maldición! —Ajá, es fabuloso, aunque ya sabes... Hay una chica... —espera, ¿qué? ¿Cómo que chica? ¿y tu confesión? —¿Puedo saber su nombre? —esperaba que me dijera "Josh, Drake, Malcolm, Bart", no se me ocurrieron más nombres que los que conozco de las series que veo. —Creo que sabes su nombre, ALENA —¿enserio? ¡No, mierda! ¡No sé! —No lo creo... —se acercó a mí y pude sentir su boca en la mía, ¿está practicando para besar a su chico? Seguí el beso, bien, si debía tener mi primer beso o al menos el primero que recuerde, sería con mi mejor amigo gay, soy la mejor del puto mundo. Me abrazó y ahora me estaba comenzando a sentir incómoda. ¡MATTHEW! —¿Qué...? ¿Qué haces... Matt? —lo miré separándome un poco de él. —Alena, tú me gustas —abrí mi boca por inercia. —Matt, pero tú... Li me dijo... ¿Ah? —Alena Margaret Monroe, estoy perdidamente enamorado de ti... Podría gritárselo al mundo entero... —Yo..., pero tú... ¿qué? —¿Estás de broma? —No... Matt se suponía... Dios —me estaba confundiendo de mil maneras. —¿Qué acaso mi amor no es correspondido? —oh diablos, si digo que no se acabará nuestra amistad, pero si le digo que sí, estaré dando falsas esperanzas, nunca había pensado en Matt en algo más que amistad. —¿Puedo pensar en eso? —asintió y corrí a toda velocidad hasta mi bicicleta. Pedaleé hasta casa de Liana y lloré en sus brazos. Presente. ¡Lo tenía en la jodida FRIENDZONE! —Deberías escribir un libro... Respóndeme algo. —¿Qué? —¿Tenías 17 años? —Sí. —¿Tan inmadura? —Amiga, sigo siéndolo... —De acuerdo... prosigue... —escribió en su libreta algo que intenté leer, pero no pude. —Creí que debías marcharte —tomé un poco más de mi café. —Tu historia de amor es mejor que mi vida... Que triste. 6 años antes. —¡Liana! ¡No quiero perder a Matt! ¡No de nuevo! —su regazo siempre me acogió. —No permitas eso. —Pero nunca he sentido atracción hacia él... —¿Nada? —Ni un poquito... —Amiga es muy guapo, velo por ese lado. —Siempre lo ha sido... —¿Te gusta su sonrisa? ¿Te gusta que te haga reír? ¿Amas cuando molesta a la gente en el cine? ¿Te encanta que solo esté para ti a cualquier hora? —Si... ¡Oh dios! —¿Qué? —¡Estoy enamorada de Matt! —¿Cómo lo sabes? —Porque cada vez que él me abraza o acaricia o hace algo que acabas de decir mi corazón se acelera, pero no quería que nuestra amistad se arruinara por un amor pasajero... —¿No lo dices porque eres buena persona? —Me atrapaste... —suspiré mirando el suelo. —¿Qué harás? —Intentaré algo, ¿Cómo sabes si no termino enamorada de él? —¿O él deja su enamoramiento? —Espero que sea lo primero...  —Suerte, muchacha... —me acarició la cabeza dándome ánimos. —Te amo. —También te amo... —me marché dispuesta a afrontar las consecuencias. Presente —Y aquí me ves, enamorada de él... —hice un silencio incómodo y miré mis manos. —¿Qué sucedió, Alena? —Tal vez Liana tenga razón —un nudo se formó—, quizás él deje de amarme.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD