Voy a abrir la puerta y…
-Hablando del rey de Roma.
-Yun-¡Mamá!
-Mei- Hijo -Dice dándole un abrazo a Yun- ¿Cómo estás?
-Yun-Bien,¿y tú?¿Qué te trae por aquí?
-Mei- Pues ... yo sé que llevamos más de dos años sin vernos, pero quería presentarte a una personita.
Veo como de detrás de Mei sale una bonita niña que tenía aproximadamente dos años.
-Mei-Ella es Mariah, tu media hermana.
Todos en el salón estábamos sin palabras, nadie sabía cómo reaccionar a esa anunciación.
Verdad es, que la madre de Yun es joven. Lo tuvo nueve meses después de cumplir dieciocho años. Lo único que supe de ella después del divorcio es que se fué a Estados Unidos y se volvió a casar, pero nunca imaginé que tuviera otro hijo veintidós años después.
Todos seguíamos sorprendidos y callados hasta que Yun habló.
-¿Por qué no me habías dicho nada?-Dice mientras mira a su hermana.
-Mei-Es que no sabía cómo ibas a reaccionar. Tú ya eras un hombre de veintidós años, con trabajo, con novia…
¿Con novia?¿En qué momento Yun tuvo novia? Todos miramos hacia él, pero evitaba todas las miradas nervioso.
-Yun-¿Habla chino*?-Dijo refiriéndose a la niña.
-Mei-Sí, su padre le habla en inglés pero yo le hablo en chino*.
Yun se agacha a su altura y le saluda- Hola, yo soy tú hermano, me llamo Yun.
-Mariah-Yo no tengo hermano.
-Yun-Si tienes, soy yo.
-Acerina- Déjala, solo tiene dos años. Todavía no entiende.
-Yun-Tienes razón.
Mamá,¿te vas a quedar a comer?
-Mei-No hijo, tengo un vuelo dentro de cuatro horas. Cuídate y que pases felices fiestas.
-Yun-De acuerdo, cuídate. ¿Necesitas qué te lleve?
-Mei-No, tengo el coche afuera.
-Yun-Vale, vete con cuidado.
Después de que se fueran todos miramos a Yun esperando una respuesta.
-Atid-¿Y tú en qué momento tuviste novia?
-Yun-No éramos novios. Ella estaba obsesionada conmigo y siempre estaba acosándome. Un día estaba en casa y no sé cómo logró entrar pero se lanzó hacia mí y en ese momento entró mamá, ella le dijo que éramos novios y mi madre se lo creyó.
-Sí, claro.
-Yun-Es verdad.
-Si, como tú digas. Mamá,¿tú te quedas a comer?
-Amelie-No, ya tengo la comida hecha en casa. Que pasen felices fiestas si no los vuelvo a ver.
-Igualmente- Dijimos todos a la vez.
….
Una semana después
Narra Acerina
-¿Tienen todos sus billetes?
-Sí.
-Okey. Déjenme ver… Ian, Yun y Mattia van juntos y en la fila de atrás vamos Atid, Ryo y yo.
-Ian-Pero eso no es justo.
-Yun-Deja ya de llorar y madura de una vez.
-Ian-Fué a hablar él que se puso celoso porque dormí con ella.
-¡Paren ya de discutir! Me tienen cansada de sus boberías.
-Lo sentimos.
-Dejen de sentirlo y compórtense como las personas adultas que dicen ser.
–Pasajeros del vuelo 3248, pasen por la puerta de embarque.
-Vamos, no quiero oír una sola palabra de aquí al avión.
22 horas después
–Les informamos a los pasajeros que en breves momentos aterrizaremos en el aeropuerto de Gran Canaria. Les rogamos que se abrochen los cinturones de seguridad y permanezcan sentados en sus asientos. Muchas gracias por su atención.
-Atid-¿Gran Canaria?Pero si nosotros íbamos a Fuerteventura.
-Tenemos que hacer escala, no habían vuelos directos.
Una hora después el avión aterrizaba en Fuerteventura.
-Por fin en casa.-Dije llena de alegría.
-Ian-¿Qué hora es?-Dice con acento francés.
-Muy bien. Son las 13:30, ya casi es hora de comer. Vamos.
-Yun-¿Y el coche?
-¿Coche? No, mi hijo, no. El presupuesto no da para eso. Cogemos la guagua y vamos perfectos.
Después de aproximadamente quince minutos llegamos a casa de mis padres. Estoy muy nerviosa, no los veo desde hace mucho.
Ring…Ring….
-¿Quién es?- Se oye detrás de la puerta.
-Soy yo.
Abre despacio y vuelve a preguntar.
-Acerina,¿eres tú?
-Sí, soy yo.
La puerta termina de abrirse y mi madre salta a mis brazos mientras llora de alegría.
-¡Sebastián, ven a ver. Tu hija acaba de llegar!
-Sebastián- Acerina, pero que milagro.- Dice igual de feliz.
-Me van a hacer llorar si siguen así.
Bueno, yo creo que ya es hora de que se conozcan.
Mi padre dirige su mirada hacia los hermanos y estos bajan la mirada intimidados. Si, ellos son los mismos que dicen ser mafiosos.
-Sebastián-¿No se van a presentar? No tengo todo el día.
-Papá no seas así. No te entienden y el poco español que saben lo van a olvidar si sigues mirándoles de esa manera.
-Sebastián-Pero es que no hablan.
-Dales tiempo.
Chicos preséntense, mi padre no tiene paciencia.
-Ian- Houla, you me llamou Ian.
-Yun- Yo soy Yun.
-Atid- Mi noumbre es Atid.
-Ryo- Soy Ryo.
-Encantada, yo soy Yaiza y él es Sebastián.
¿Y ese niño tan guapo?
-Él es Mattia. Es el hijo de Ian.
-Yaiza-Hija ven, acércate un momento. Tú sabes que los hombres con hijos son sólo problemas.
-Mamá, que la hija de la vecina tenga una vida amorosa desastrosa no es culpa mía. No a todas nos pasa lo mismo.
-Yaiza-Como tú digas. Entren a dejar todas las maletas. Después no digas que yo no te avisé.
-Dice mi madre que entremos. Después vamos a almorzar.
-Ian-Tu padre da miedo. Estás segura de que no le importa que seamos tus novios.
-Segura. Y si no le gusta se va a tener que aguantar porque es mi relación.
Después de ir a almorzar pasamos toda la tarde descansando. El vuelo había sido muy largo y todos estábamos agotados.
Dos días después Yaiza despertaba a su hija con gran emoción.
-Acerina, levántate ya, son las nueve de la mañana. Vamos a ir a desayunar fuera por ser tal día.
-Mamá, no quiero celebrarlo. Déjame dormir un rato más.- Dije y volví a taparme con la manta.
-Yaiza- Acerina Betancourt Ramírez, levántate y que no tenga que volver. No me importa que tengas veinticuatro, es mi casa y se hace lo que yo diga.
Me levanto con desgana y voy a ducharme. Salgo ya vestida y me dirijo a despertar a los hermanos pero al llegar a la habitación esta estaba vacía. Bajo al salón y los veo a todos de pie con mi padre al lado como si fuera un guardia.
-Papá, por favor déjalos en paz. No han hecho nada.
-Sebastián-No, ellos tienen algo que me hace desconfiar.
-Yaiza-¡Sebastián!¿Te has olvidado de qué día es hoy?
-Sebastián-Hoy es doce de diciembre.
-Yaiza-Disculpa a tu padre, la edad ya le está afectando.
-Sebastián-Eso no es verdad, yo todavía estoy joven.
Después de desayunar fuimos a dar un paseo para que los chicos conocieran un poco de la isla y de paso compramos cosas para Navidad.
-Ryo-Acerina ven un momento.
-Dime.
-Toma, es tu regalo de cumpleaños.
-Chicos, no debieron comprar nad…-Mis palabras se cortaron cuando vi aquel hermoso collar que me había enseñado Ryo unos días atrás junto con unos hermosos pendientes.
-Ian-¿Te gusta?
-Chicos, a mi me encanta, pero no puedo aceptarlo. Es mucho dinero.
-Yun-Tienes que quedártelo. No se puede devolver.
-Yo no sé para qué hablo si después nadie me escucha. Esto es demasiado caro.
-Atid-Pero es un regalo y lo vas a aceptar,¿verdad?
-Sí.
-Yun- ¿Ya le has dicho a tu madre sobre el embarazo?
-No. Se lo voy a decir el día de Navidad. Ella siempre quiso tener nietos, así que qué mejor regalo que ese.
-Yun-Buena idea.
En la tarde…
-Chicos, voy a pasear al perro. ¿Quieren venir?
-Si.
Íbamos caminando y me doy cuenta de que hay un señor detrás de nosotros que lleva tiempo siguiéndonos.
-Oigan, hay un señor que no deja de seguirnos.
-Yun-No te preocupes. Ian, tú acompáñala a casa. Ryo, vete por la derecha, Atid por la izquierda y yo sigo por aquí.
Narra Yun
Todos hicieron lo que les dije.
Yo ya sabía quién era la persona que nos estaba siguiendo, es por eso que quité a todos del medio. Él iba a por mi.
Siento que me agarran la mano y me jalan a una calle por la que no pasa gente.
-Ya te lo he dicho Alexandru. No me voy a casar con tú hija y no voy a unir nuestras mafias. Inténtalo con los Yakuza si quieres pero a mi no me estés metiendo en tus mierdas. Ahora déjame ser feliz.
-No. Tú te vas a casar con mi hija. No puedes ilusionarla de esa manera y después marcharte.
-A ver, para que te quede claro, yo no ilusioné a nadie, ella fue la que se obsesionó conmigo.
-Deja de engañarte. Tú te acostaste con ella y ese niño también es tu hijo.
-Eso es imposible, yo nunca he tenido relaciones con ella.
-¿Y la noche que salieron al bar y se emborracharon?¿Me vas a decir que eso nunca pasó?
-No te voy a negar que salimos, pero yo me fui por mi lado y ella por el suyo. No es mi culpa que se meta en la cama del primero que encuentra.
-A mi hija no la llames puta, porq…
-Mira Alexandru, yo solo te estoy diciendo la verdad. Yo nunca ilusioné a tu hija, se ilusionó ella sola, ese niño no es mío, por lo que tu hija te está haciendo ver como un tonto. Por último, no sé cómo supiste que estaba aquí pero vete por donde viniste y deja de joder.
-Tú a mi no me vas a hablar así.
Hizo el intento de golpearme pero fui más rápido que él y lo dejé tirado en el piso.
-Quedas avisado, no vuelvas a buscarme.
Después de darle una última mirada al hombre que se retorcía de dolor en el piso me fui a buscar a mis hermanos para volver a la casa.