Capítulo IX. El amor de una mujer

1439 Words
Narra Acerina -Mamá… -¿Hija, de verdad eres tú? -Si, soy yo mamá. -¿Por qué no me has contestado las llamadas? Estábamos muy preocupados. -Se me rompió el móvil, pero no tienes de que preocuparte, estoy bien. ¿Y ustedes, qué tal todo? -Pues aquí todo sigue igual, nada nuevo. … -Yo también te quiero, adiós. Toma-Dije devolviéndole el móvil. -¿Qué tal?-Pregunta Ryo. -Bien, pregunta que cuando los voy a ir a ver. -Cuando tu quieras podemos ir a visitarlos. -Si sabes que soy una universitaria sin dinero. -Pero el dinero ya no es un problema teniéndonos a nosotros. -Lo sé, pero igual prefiero esperar un poco,¿les parece que vayamos por navidades? -Claro. El día siguiente por la tarde… Estábamos esperando a qué el médico nos dijera que pasásemos cuando veo a Ming. Sin pensarlo salgo detrás de él y le doy un fuerte abrazo. -¿Acerina? -La misma. -¿Dónde estuviste todo este tiempo?En la universidad te echamos mucho de menos. -Pues…-venga Acerina piensa rápido, no puedes decirle que fuiste secuestrada.-Decidí estudiar desde casa. -Ming-Los dos giramos y pude ver a un hombre muy guapo. -Él es Chen, mi novio. -Mucho gusto, yo soy Acerina. -Encantado. -Bueno me tengo que ir, me están esperando. Espero volver a verte pronto. -Lo mismo digo, adiós. Volví con los hermanos y tenían cara de pocos amigos. -¿Qué pasa?¿Por qué me ven así? Ryo-¿Quién era ese chico? Ian-Sí,¿y por qué lo abrazabas? -Relájense chicos. Él es mi mejor amigo, además, tiene novio. -¿Tiene novio? -Así es. -Pues entonces no hay problema. Ruedo los ojos, estos hombres no tiene solución. -Acerina Betancourt- Dijo el médico con dificultad. -Aquí. -Puede pasar. Mientras el doctor hacía la ecografía pude ver confusión en su cara. -Espere un momento aquí, por favor. Se fué y como dos minutos después llegó con otro médico. -Doctor,¿hay algo mal? El otro médico me mira y contesta- Para nada señorita, al contrario, usted está esperando gemelos. -¿Gemelos? -Sí, mire estás dos cosas que usted ve aquí son sus hijos. Salí de la consulta y me acerqué a los chicos. -¿Qué te dijeron?-Pregunta Yun-Vi qué otro médico entró. Yo tenía demasiadas emociones encontradas y empecé a llorar. -¿Hay algo mal?- Negué con la cabeza. -¿Entonces? -Va.vamos a tener ge. gemelos. -Hermano, cada vez me sorprendes más. - Dice Ian. Eso me saca una sonrisa, no hay día que ellos dos no discutan por tonterías. -Cállate ya. -Dejen de discutir, no ven que Acerina está llorando. -No importa Atid, son lágrimas de felicidad. -Qué les parece si vamos a comer para celebrar.- Sugiere Ryo -Sí. Después de comer llegamos a casa. Yo me fui directamente al sofá, estaba muy cansada como para subir escaleras. -Ian… -Dime. -¿Podrías dejarme tu teléfono?-No hizo preguntas, sólo me lo dió. -Aquí tienes, la contraseña es 135189141. -Vale, gracias. Empecé a buscar en Internet cosas que pudieran relacionar a los Wang con los Yakuza. Todo lo que aparecía era sobre cosas recientes, hasta que encontré algo que podía interesarme. El motivo del enfrentamiento entre las mafias más poderosas: el amor de una mujer. Sin pensarlo dos veces entré en el artículo y comencé a leer. Se dice que el enfrentamiento entre dos de las mafias más peligrosas, los Wang y los Yakuza, tiene comienzo en 1903. El líder de los Wang tenía una esposa, la mujer más hermosa que nadie había visto nunca. Pero un día, cuando la joven estaba regando las flores de su jardín, fue secuestrada por los hombres de la mafia rival. El líder de los Yakuza, tenía cuatro hijos, los cuales se enamoraron de la preciosa chica. Él líder de los Wang asesinó a su mujer pensando que ella se había ido a propósito con los enemigos. Los cuatro chicos quedaron devastados y juraron cobrar venganza en nombre de su amada. D… Porque, porque se tiene que quedar sin batería justo ahora. Me levanto con desgana y voy a la habitación de Ian para entregarle el móvil. Entro al cuarto y veo a un Ian recién salido de la ducha con una toalla alrededor de su cintura. -Yo…Yo solo venía a dejarte el móvil, se quedó sin batería. Sin darle tiempo a nada salgo de la habitación. Siento que se me va a salir el corazón y me arden los cachetes. Narra Ian Le dí mi móvil a Acerina y me fui a mi habitación para ducharme. Necesitaba procesar todo lo que había pasado en estos días. Primero nos secuestraron a todos y casi salimos sin vida al intentar escapar.Acerina está embarazada, y no sólo eso, sino que está esperando gemelos. Y por si todo eso fuera poco, mi padre quiere verme urgentemente para contarme una cosa. Salgo del baño con una toalla en mi cintura y veo que Acerina entra. Al verme se queda quieta, como si hubiese visto un fantasma. -Yo…Yo solo venía a dejarte el móvil, se quedó sin batería. Sin darme tiempo a nada salió de la habitación. -Cuando termines de cambiarte ven a salón para curarte las heridas- Dice desde el otro lado de la puerta. ¿Por qué tuvo esta reacción? Digo, se que tengo buen cuerpo pero tampoco era para tanto. Me visto y bajo al salón donde la veo tumbada viendo algo en la tele. -Ya estoy aquí- Me mira un puedo notar que tiene las mejillas sonrojadas. -Ven, siéntate aquí- Dice señalando un sitio a su lado.- Quítate la camisa por favor. Hago lo que me dice y siento cuando empieza a curar mis heridas. -¿Por qué saliste de esa manera? No contesta -Tierra llamando a Acerina. Te estoy hablando, ¿nunca has visto un hombre sin ropa? -Sí, una vez. -Yun no cuenta. -Entonces no. -¿Nunca?¿Ni una sola vez? -¡Qué no! -Vale, lo siento. Pero no te enfades. -No estoy enfadada, solo me encuentro cansada. -Pues ve a dormir, yo termino esto. -¿Seguro? -Si, vete. -Gracias. -Espera. No me has dado mi beso de buenas noches. Se acerca a mi mejilla pero la agarró y le doy un beso en la boca. Me ve sorprendida y noto como sus cachetes vuelven a ponerse rosas. -¿Por qué hiciste eso? -Porque eres mi novia, además,¿por qué te da vergüenza? Solo es un beso. -Porque todo esto es nuevo para mi, nunca he estado en una relación. Lo que para ti es solo un beso para mi es algo más. -Yo, no se que decir. -No te preocupes. Buenas noches. -Buenas noches, descansa. Ella se fue y yo me dirigí a las habitaciones de mis hermanos. Después de reunirlos a todos les conté todo lo que papá me había dicho. -Papá dice que tenemos que ir a verle con urgencia. -Ryo-¿Qué le pasó? -No lo sé, pero él dice que es urgente. -Yun-Sabes como son sus urgencias. No quiero que nos arruine la Navidad. -Atid-Tienes razón. -Pues nada, solo era para eso. -Ryo-Por cierto,¿alguien sabe cuándo es el cumpleaños de Acerina? Ella dijo que era en diciembre pero no qué día. -No se preocupen, mandaré a alguien para que lo investigue. Estaba intentando dormir pero no podía. Me levanté y fui a la cocina por un vaso de agua. Mientras vevía un ruido se escuchó en el pasillo. Cogí una de las armas que tenías escondidas y me escondí. Cuando aquel individuo llegó a la cocina encendí la luz y apunté con el arma. -¿Acerina? -Baja el arma, por favor. -Joder, me asustaste.-Me acerco a ella y la abrazo. -Me estás ahogando. -Perdón. ¿Puedo dormir contigo? -¿Por? -Es que no puedo conciliar el sueño. -Vamos, es muy tarde. Ella empezó a caminar hacia las escaleras, yo salí detrás de ella y le agarré la mano. Llegamos a su habitación y nos acostamos. Parecía que ella quería mantener la distancia conmigo, pues estaba al borde se la cama. -Échate para acá. -Aquí estoy bien. -Te vas caer. Ven aquí.- Dejé y la jalé a mi lado.-No te muevas o causarás problemas. Parece que entendió porque ya no volvió a moverse en toda la noche. Me levanté y ella todavía estaba dormida. Bajé a la primera planta y ví a Wei Yi. -Buenos días. -Buenos días, aquí tiene lo que me pidió. -Muchas gracias, puedes retirarte. Wei Yi se fué y me puse a leer. 12 de diciembre. ¡Eso es dentro de dos semanas!
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