Narra Ian
Me fui de la habitación dejando a Acerina para que pudiera descansar. Llegué a la cocina, puse a hervir el agua y fui a buscar a Mattia. Puse a mi hijo en su parquecito de juegos y fui a quitar el agua del fuego, pero al hacerlo sentí un fuerte dolor en mi hombro y todo cayó al piso.
-¿Qué pasó?-Grita Acerina desde arriba mientras oigo como baja casi corriendo.
-Nada, no te preocupes. Vete a descansar.
Ella llega por fin a la cocina y se queda quieta al ver todo ese desastre.
-¿Qué pasó?-Vuelve a preguntar.
-Estaba calentando el agua y al quitarla del fuego me dió un dolor muy fuerte en el hombro.
-Eso es porque no se te curó.
-Pero ya pasaron cinco meses.
-¿Y? Si la herida no cura bien te va a seguir doliendo. Mañana vamos al médico.
Iba a reprocharle pero parece que vió mis intenciones porque se adelantó.
-No hay más que hablar. Prepara a Mattia con cuidado, yo le preparo el biberón y limpio todo esto.
Sabía que si le volvía a contestar se iba a enfadar más así que hice lo que me dijo.
Más o menos dos horas después llegaron mis hermanos, habían ido a recoger una mercancía.
-¿Qué tal fue?
-Yun-Bien, mañana la tenemos en el almacén.
-Atid-Sí.¿Por qué estás tan feliz?
-Es un secreto.
-Ryo- Entre nosotros no debe haber secretos.
-Es que no se si decírcelo.
-Yun-Dime que no… está embarazada de seis meses.
-No, no es eso. O bueno sí, no lo sé.
-Yun-¿Entonces?, sí ó no.
-¡Qué no sé lo que fue!
-Yun-¿¡Cómo no vas a saber!?
-Ryo-A ver, relájate. Tampoco ha cometido un delito, deja que se explique.
-Yun-¿¡A qué esperas!?
-MIRA A MI NO ME HABLES ASÍ QUE SOY MAYOR QUE TÚ. QUE ELLA ESTÉ EMBARAZADA DE TI NO SIGNIFICA QUE TE PREFIERA.
-¿ENTONCES POR QUÉ NO LO ESTÁ DE TI?
-PORQUE NO SOY UN PUTO ACOSADOR QUE INTENTA METERLE MANO EL PRIMER DÍA. VALE, LA SECUESTRAMOS, PERO NO INTENTÉ ACOSTARME CON ELLA.
-¿Y POR QUÉ SE DEJÓ?
-PORQUE TENÍA MIEDO, LA PUTA MADRE YUN, USA UN POCO LA MALDITA CABEZA QUE PARA ALGO LA TIENES. TÚ CREES QUE TE IBA A DECIR QUE NO.
-PUES YO LE PREGUNTÉ QUE SI QUERÍA, NO IBA A OBLIGARLE A HACER ALGO QUE NO QUERÍA.
-JODER YUN, ENTIÉNDELO, QUE ESTABA ASUSTADA.
-Acerina-¿Por qué tanto griterío?
-Yun- ¿¡Qué fue lo qué hicieron ustedes dos mientras no estábamos!?
-Acerina-¿Pero tú quién te crees? ¡A mí no me hables así!
-Atid-A ver, a ver, no es bueno para una embarazada ponerse así. Yo creo que es mejor que nos relajemos todos un poco y mañana hablamos.
-Acerina- No. Ya estoy harta de tus celos de miérda, si te molesta que los demás también reciban atención por qué coño aceptaste estar en una relación poliamorosa. Nadie te está obligando a estar en una, mejor busca a una mujer que sí sea solo para ti.
-Yun- Acerina, yo…
-Acerina-Yun, de verdad, no quiero oírte ahora. Déjame en paz.
Sin nada más que decir, Acerina se fue a su habitación. Yo estaba asombrado, nunca le había visto así.
Mis hermanos también se fueron a sus cuartos y yo me quedé viendo la tele un rato.
Unos veinticinco minutos después escuché a alguien intentando entrar en la mansión. Sin pensármelo dos veces cogí mi arma, apunté a la puerta y cuando el sujeto logró abrir la puerta disparé dos veces. Al bajar el arma miré hacia aquella persona y pude ver a Wei Yi tirado en el piso con la mano ensangrentada en el hombro. Escucho un alboroto en el piso de arriba y en segundos aparecen las siluetas de mis hermanos por las escaleras.
Ryo se apresura a llamar al médico de familia mientras yo por fin reacciono y coloco mis manos en su hombro para parar el sangrado.
-No, no, no. Tienes que estar despierto. -Digo cuando veo que empieza a cerrar los ojos.
-Ryo-El médico llega en tres minutos.
-Yun-¿Por qué disparaste?
-Yun, una pregunta muy sencilla, ¿en serio usas la cabeza? Disparé porque pensaba que era alguien de otra mafia.
-Atid-Yun, mejor cállate ya. No vamos a empezar otra vez.
Acerina por el momento no se había levantado y espero que no lo haga.
Justo como dijo Ryo, tres minutos después llegó el médico.
Después de cuarenta y cinco minutos sale el doctor.
-¿Y bien?
-Dr.-Se recuperará. Nos lo llevaremos para darle todo lo necesario.
-Wei Yi- Espere. Sr.Ian,¿puedo hablar con usted?
-Claro.
-Wei Yi- Verá Sr., cuando estaba en casa de los Yakuza escuché al Sr.Yamato hablando con alguien. No se quien era pero tenía acento como rumano y hablaban de unir sus mafias para derribarlos a ustedes.
Yun, qué estaba detrás de la puerta, unió todos los cabos y dió con la intención de los Yakuza.