La Socia Del Tirano

Noche

PDV Sarah

Dante y los demás me llevaron a mi cuarto, al llegar alli, me dejaron descansar, Dalia se fue junto con Frank a buscar algunas cosas para darme, mientras que Dante se quedo junto conmigo.

Se puso a mi lado en la cama mientras estrellaba mi cara contra la almohada trataba de no pensar en lo de hoy.

Este ultimo no se fue en ningun momento, termine por girarme para verlo fijo, seguia viéndose tan buen como en los otros días, y yo debia verme como un desastre despues de tanta lloradera.

Eso me dio cierta pena y no quise que me viera asi, pero ya era demasiado tarde.

—¿Mejor? —me pregunto Dante.

…

—No lo se…

—¿No lo sabes? vamos Sarah, levántate, no es necesario que te pongas de ese modo, habran mas oportunidades mas adelante… esta no será la única.

Mas oportunidades…. ¿Cuándo va a suceder de que me ocurra la suerte de que venga otro tipo rico y me de una inversión de 100.000 dolares de a gratis? ¿Cuándo?

Ahora que pensaba en eso… Dante… ¿No estaba decepcionado?

—Oye… ¿Puedo preguntarte algo?

—¿Qué cosa? —respondio.

—Pues… ¿Qué piensas de mi justo ahora?

—¿A que viene esa pregunta?

—Pues acabo de perder, y creo que tu inversión de 100.000 dolares se acaba de ir directo a la basura, ¿No estas decepcionado de mi? —le dije.

Esa era una de las cosas que mas me preocupaba… Dante habia sido una de las únicas personas que llego a confiar en mi de la forma en la cual lo hizo, y aun asi, me vio perder, eso honestamente me hacia sentir mal conmigo misma.

Me preocupaba lo que Dante podía llegar a pensar de mi, este ultimo se quedo callado unos momentos, pero luego negó con la cabeza y mostro una cierta sonrisa y se acerco a mi.

—¿En serio piensas que eso me preocupa a mi? —me dijo Dante.

…

—Sarah, te di el dinero no para ganar el concurso, sino para que pudieras terminar el proyecto que tenias entre manos, ese siempre fue el único fin para eso, nunca fue para que ganaras… ¿Eso es lo que te ah preocupado?

—… no, claro que no —solte con pena.

Dante empezó a reírse despues de eso, negó con la cabeza y entonces me acaricio un poco la espalda tras hacer eso, se acerco a mi.

—Bueno, en serio eres bastante linda cuando pones esa cara de pena que tienes ahora.

Quise lanzarle algo en ese momento.

—Vamos, si en serio estas triste por eso, no te preocupes, nunca quise que ganaras un simple concurso, solo que pudieras terminar el proyecto que tenias entre manos justo ahora, por que quería que hicieras eso, me gusta lo que haces, es raro encontrar a una chica como tu que tenga esa pasión para cosas como esta —me dijo Dante.

—No te pongas a decir mentiras solo para tratar de agradarme.

—¿Mentiras? Vamos Sarah, tu de seguro ves que tipo de chicas se nos acercan a Frank o a mi, todas cumplen el mismo perfil ¿Sabes? chicas que han ocupado toda su vida en saber maquillajese y no saben ni sumar 2+2 y su único sueño es ver que hombre rico logran engatusar para que las mantenga… y luego de ser posible, engendrar sus hijos para obtener una pension y vivir de lujos a costillas de ellos —me dijo Dante.

Cielos, por la forma en la cual hablo, creo que literalmente casi describió a Dalia… las semejanzas eran increíbles, el sueño de Dalia era lograr encontrarse un “suggar” como justo Dante dijo hace poco.

Me empezó a dar un poco de pena con él por la actitud que ella tomo hasta ahora, ¿Habra dicho eso como una indirecta hacia Dalia? Tenia que hablar con esta ultima para que no fuera tan evidente.

De todas formas Dante no presto atencion a mis pensamientos, y siguió con lo suyo.

—Es raro que me llegue a encontrar con mujeres como tu que de verdad se esfuerzan por sus propios proyectos y mas cuando se relacionan en el ámbito en el cual trabajas, eso me llamo la atencion, por eso mismo te apoye bastante, además de que tu proyecto de verdad me interesaba, eso lo mantengo en pie hasta ahora… y espero que no te rindas despues de esto —me dijo Dante.

—No lo hare… solo voy a necesitar un tiempo para recuperarme, eso es todo.

—Pues tomalo Sarah, pero será mas difícil que te llegues a recuperar, si te quedas encerrada en tu cuarto sin hacer nada, tienes que salir —me dijo Dante.

—¿Salir? ¿A dónde? —le pregunte mientras me levantaba un poco y quedábamos frente a frente.

—Sarah, estábamos en una isla turística justo ahora y hay un montón de gente aquí, literal es el mejor lugar posible, arréglate -me dijo Dante.

—¿Para que?

—Vamos a salir apenas es la tarde y hay mucho tiempo para ir a ver muchas cosas, el barco no nos va llevar de vuelta al país sino hasta pasado mañana, asi que tenemos mucho tiempo para hacer nuestras cosas… cambiate de ropa para que podamos salir —me dijo Dante.

Tenia mis dudas, pero al final asentí, luego de eso me fui a cambiar la ropa, me quite el traje formal que llevaba puesto, y entonces me cambie por una ropa mas ligera, me puse una ropa playera con la cual iba a poder moverme libremente, y la falda que tenia me llegaba hasta las rodillas y me daba mucha libertad.

Hacia tiempo que no usaba ropa como esta, me sentia bastante libre, me arregle en el espejo, sabia que las lagrimas de antes me dejaron horrible, y tuve que pasar un tiempo antes de poder salir.

Al hacerlo, no encontré a Dante por ningun lado, busque en varios sitios, y el bastardo no estaba.

—Tanto arreglo ¿Y el bastardo se fue? Hijo de… —murmure mientras apretaba las manos.

Solo habia estado como media hora o poco mas en el baño, ¿No pudo esperar? Mi teléfono sono en ese momento, y era Dante, me envio un mensaje.

“Ven a verme en la recepcion del hotel”, ese fue el mensaje que me escribio.

Apenas vi ese mensaje, Sali de inmediato de la habitación para encontrarme para poder ir con él, no tarde mucho en llegar, y apenas estuve en ese sitio, empecé a revisar una y otra vez donde es que estaba.

Despues de un tiempo pude llegar a verlo, estaba no muy lejos de mi, estaba con ropa mas casual a diferencia de nuestros encuentros anteriores donde siempre estuvo mas formal.

No pude evita mirarlo de arriba abajo con detalle a la distancia, Dante se quedo parado alli en esa posición sin moverse mucho, no fui de inmediato hacia él, de todas formas me hizo esperar y ahora era su turno, y me quede viéndolo unos momentos más.

Pense en tomarlo una foto y saque mi teléfono para hacerlo, pero antes de eso, Dante tomo el suyo y tecleo un poco en él antes de colocarse cerca del oído.

Debió hacer una llamada, un momento mi teléfono sono, y lo tenia en altavoz y sono en todos lados, Dante se giro para verme y me vio con mi cámara apuntándole.

Quise que la tierra me tragara en ese ocasión.