Narrado por Jazmín Salas Amelia termina su maquillaje, se pone los tacones que complementan su precioso vestido y toma una cartera a juego. Salimos de la habitación con ella hablándome de la fiesta a la que iría para distraerme, llegamos a la cocina para ambas beber agua, y lo hacemos. Lo hacemos hasta que el enemigo ataca. Una cucaracha. Una cucaracha del tamaño de un libro vuela por los aires y el pánico nos invade, generando la reacción más lógica para la vida: gritar. Gritar como si nos estuviesen matando. También correr lejos de ese ser horrible y arrinconarnos, abrazándonos. —¿Por qué están tan asustadas ustedes dos? — pregunta Gabriel que había salido casi corriendo de su habitación. —Una-una cucaracha vola-DORAAAAAA — grita tan temblorosa como yo Amelia y señala esa cosa terr

