¿EXISTIRÁ LA PASIÓN INDOMABLE?

1515 Words
Algunas vez has pensado en capturarme, así me pondría una ropa que nunca lucí antes y pondré una expresión que nunca he tenido contigo, solo quiero que me mires para que no pierdas la oportunidad de tu vida para encontrar aquel lugar donde nunca hayamos estado a solas y donde ninguna pueda respirar sin ayuda del otro. A mis veinte años la vida no resulta ser de la mejor especialmente por las frustraciones de no poder quitarme esta obsesión o atracción como suelo decirlo, pero que puede ser más trágico pues según mis amigas de la universidad Isabel y Camila dicen que no solo haga deporte, sino que me busque un galán tipo ranchero que me haga feliz y me quite la cara de pocos amigos que a veces llevo. Mi vida se define en estudios, familia, amigos y clases de taekwondo, en el tema social no soy de salir mucho, aunque hay excepciones a la regla y más cuando quiero despejar mi mente, aunque no negare que hay chicos con una buena labia que se acercan para ligar, pero no llaman mi atención y terminan espantados y eso a mis amigas las estresa a tal punto que consideran una encerrona con algun chico guapo. Si supieran que mis gustos son distintos y tiene nombre SEBASTIAN, Uffff de solo pensarlo o pronunciar su nombre me inquieto demasiado, hasta calor me da. Estaba en la biblioteca, tomando apuntes de algunas materias y para poder hacer un informe sobre la evolución de las medicinas para bebes cuando un joven se sienta en la misma mesa que yo, la mesa estaba llena de libros algo desordenados, siempre me sentaba en la biblioteca con los auriculares en los oído, pero sin música así me ahorraba conversación inesperadas o algun ligue innecesario. Aquel joven acomodo un poco los libros de la mesa y se sentó a tomar apuntes, note que movía sus labios como articulando palabras, pero las ignore así que observe que tomaba los libros que tenía en la mesa y también tomaba apuntes de ellos, luego de un rato vi un trozo de papel sobre mi cuaderno, lo cogí y solo solté una rosa burlona. > Levante la mirada, algo que jamás imagine fue ver aquellos ojos color marrones claros, iguales a los de Sebastián, pero la diferencia es que los del joven casi desconocido llamado Lucas tenían un brillo indescifrable y ni qué decir del rostro sacado de revista que veía. Lucas, lo había visto en algunas clases, según lo poco que sabia era que era un estudiante de traslado, era alguien muy conversador y amiguero, aunque a diferencia de otros chicos tenía una coquetería nata, las chicas babeaban por él, ahora que recuerdo hubo una clase que muchas se pelearon por hacer grupo con él. -       Hola, soy Lucas(dijo mostrando una sonrisa moja bragas), tu debes ser . . . . -       Alguien que hace tareas en la biblioteca -       Jajaja que graciosa eres y eso que siempre andas callada en clases -       Si es que yo si presto atención -       Eso si tienes toda la razón, te puedo preguntar algo o más bien un favor -       Mmmm -       Se que harás sola el informe y bueno no tengo con quien hacerlo así que pensé que podemos hacer parejas, ya sabes de trabajo claro. -       ¿Podemos? Que yo sepa tú tienes compañero -       Tenía, es una larga historia, pero ¿qué me dices? -       Yo, ya lo tengo hecho -       Sabes que podría darle algunos toques aparte que no se podría ayudarte a subir tu promedio Empecé a guardar mis cosas en mi bolso, a ordenar algunas cosas y los libros que saque los apile sobre la mesa, coloque mi bolso sobre mis hombros, acomodando mi cabello algo largo y camine unos dos paso, voltee y lo mire. -       Tienes hasta las once la noche para enviarme tu parte -       Ahhhh -       Mi correo está detrás de papel y guarda los libros, adiós Solo pude notar que Lucas, estaba perdido ante mis palabras, pero si en verdad quería trabajar conmigo debía ser responsable. Me encontraba en mi habitación de la facultad, viendo una película, ya había acabado mis labores y cenado incluso, hasta me mensajee con mi hermana que me contaba las travesuras de mi sobrino. Para cuando dieron las once de la noche, estaba revisando mis r************* y nada de aquel correo de Lucas, supuse que capaz solo era para iniciar una conversación o dársela por coqueto, cerré algunas páginas y cuando estaba por apagarla llego una notificación. Era un correo de Lucas con su informe y aunque el mío estaba por pasar a limpio el de estaba muy bien resumido y tenía unas diez hojas, lo leí completo y estaba asombrada de cómo había capturado la información y bien detallada. En eso llego otra notificación de correo era Lucas nuevamente, ese chico sé que me traerá problemas y muchos. > Empecé a reír por cómo había relatado aquel mensaje, ese chico si le falta un tornillo, en fin, debería de dormir. Cada clase que teníamos juntos, si no me lanzaba papeles hecho círculos, buscaba la manera de hablarme algo que no lograba y no es porque no quiera, solo que tenía una meta y era no tener distracciones y si tenía una distracción solo será Sebastián. Pasaron algunas semanas, las cuales me sentía totalmente estresada por muchas razones, entre las más importantes que no había vuelto a ver a Sebastián en casa, según lo que supe estaba en un viaje de trabajo y más exámenes todo porque ya venían las vacaciones cortas de fiestas navideñas. Regrese a casa en donde estaba mi tortura en casa también, yo me preguntaba acaso no quiere pasar fiestas con sus padres u otros familiares, pero eso no ocurrió resulto que los padres de ellos vinieron a casa para fiestas, estábamos todos en casa como una familia feliz, yo me sentía algo incomoda pues siempre fuimos Cassey y yo, por otro lado, Samuel fue alguien quien me agrado desde que lo conocí. Los padres de Samuel y Sebastián eran agradables, aunque mi hermana y yo no éramos algo afectivas después de lo que paso, Cassey supo manejarlo, pero yo no y me incomodaba cuando siempre la Sra. Hernández agarraba mis cachetes o siempre me abrazaba. Lo peor de todo por así decirlo fue cuando Sebastián, seguía muy atento conmigo, pero cuando ambos estuvimos en la cocina estaba serio, yo estaba lavando los platos y el preparando algunas bebidas para todos pues se nos acabó el champagne y el vino, intente hablarle mientras los dos estábamos ahí, pero me ignoro con el silencio y la ley del hielo. Sabía que este supuesto amor toxico acabaría mal y muy mal ya que a él no le interesaba o eso pensé, igual que más podía hacer, lo único que hice fue conversar con mi hermana o Samuel y luego hacer cosas de familia hasta las dos de la madrugada, tonterías en si, por ratos aprovechaba en tomar algun trago corto, luego de esa hora decidimos ir a dormir, les dije que apagaría las luces para que no se quedaran y así fue y cuando estaba por apagar la última luz del primer piso, Sebastián bajaba las escaleras. De igual manera apague las luces y empecé a subir y él a bajar nos cruzamos en el camino, pero las cosas no acabaron allí. -       Gracias por el regalo, ¿cómo sabias? -       Samuel -       Ese hermano mío Lo que sucedió después fue algo que hasta hoy no lo asimilo por muchas razones, mi cabeza es un lio como puedes competir contra el amor o la obsesión, dejare de pensar mucho. Antes de subir otro peldaño, me sujeto de la muñeca y jalándome hacia su pecho, estuve a punto de caer, pero eso no le importo porque junto nuestro labios y me beso con una intensidad que se me quito la embriaguez, lo único que hice fue corresponder aquel beso con la misma intensidad, sabía que ni en mis más locas fantasías me pasaría, pero si estaba pasando y más cuando mus manos bajaron hasta la parte baja de mi espalda pegándome más a él, me estaba volviendo loca, si lo seguía besando. Nos separamos por un poco de aire, pensé que seguiríamos, pero no fue así, el rompió la burbuja en que estaba, aquellos sueños se esfumaron cuando dijo aquellas palabras que hicieron sangran mi corazón. >
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