Capítulo diez

1479 Words
Kehlet y yo seguimos viéndonos a los ojos, sonriendo por lo que acabamos de decir, alguien tose y de inmediato salimos de la burbuja que creamos unos segundos, los dos ponemos atención a Alissa que nos mira intentando comprender lo que acaba de suceder frente a sus ojos. —No entiendo nada —bufa la chica haciendo un puchero. —Enana, traté de explicarte eso mil veces, no pareces mi hermana —Se ríe el chico un poco y niego con la cabeza, decepcionada de que ella no lo entienda. Me voy de la sala para regresar a mi pieza y ponerme un atuendo adecuado para salir a disfrutar la ciudad, que no tengo idea de a donde me llevará Sean, pero estoy segura que será un muy buen día. En cuanto estoy lista voy a mirarme al espejo, sonriendo sin poder ocultarlo y enseguida tomo mi pequeño bolso para bajar por las escaleras y llegar a la sala donde se encuentran los hermanos, ellos me ven y de inmediato se levantan del sillón, indicando que ya podemos irnos, solo que un instante después Ali se vuelve a sentar para seguir viendo la película, al contrario de su hermano que camina a donde estoy mostrándome las llaves del auto. —¿Lista? —pregunta y luego de mi cabeza empieza a caminar para salir por la puerta y encender el carro, me quedo observando a las personas, nadie más parece que va a ir con nosotros y eso me asusta Ali levanta la mirada para posarla en mí, preguntándose porque no he ido detrás de su hermano. —¿No irás? —pregunto confundida por la situación, niega con la cabeza y en ese momento escucho el claxon del auto, haciendo que me sobresalte un poco. Salgo de la casa a paso rápido y veo a Sean arriba del auto esperándome con una sonrisa, llego y me subo del lado del copiloto, de inmediato todo mi cuerpo empieza a desprenderse del frío, gracias a que la calefacción que el chico prendió. Emprendemos camino al lugar a donde me llevara, mientras tanto, la radio se encuentra encendida reproduciendo distintas canciones, yo mantengo la vista en la ventana, para admirar lo hermosa que es la ciudad, de vez en cuando tararea las canciones en voz baja para que el chico no logre escucharme, solo que en un momento que pusieron una canción que siempre cantaba con mi papá a todo volumen, no pude detenerme y lo hice. Las palabras van saliendo de mi boca en un susurro, pero poco a poco voy elevando la voz, sin darme cuenta que Sean me mira sorprendido, al llegar a la parte del coro, es una nota alta y sin pensarlo, la canto junto con el chico, es ahí cuando reacciono y cierro la boca. Kehlet apaga la radio y me mira sorprendido, trato de cubrir mi rostro con un poco de cabello que traigo suelto y me volteo para ver por la ventana. Sean sigue sin decir nada y desconozco si eso resulta algo bueno o malo. —Cantas increíble —giro para mirarlo sin saber si escuché bien— En verdad, esa nota alta se oyó muy bien. —Mmm... Gracias, nadie me había escuchado cantar —digo tratando de dejar de ver sus ojos, que logran intimidarme. —Pues sabes hacerlo muy... —¿A dónde iremos? —Lo interrumpo para que deje de hablar acerca de lo que acaba de suceder. De pequeña siempre cantaba junto a mi papá, pero dejé de hacerlo cuando él murió, decidí solo poner toda mi atención a una cosa y eso fue el baile. Sean se desconcierta un poco al oír que cambié de tema con rapidez, pero se niega a decirme a donde iremos, ya que dice que es una sorpresa. Por el camino, vemos la cafetería Jimmy's Coffee, siempre he querido probar una bebida de ahí, lo que me lleva a preguntarle si podemos comprar una, el chico accede sin rechistar y de manera impresionante, estaciona el carro. Está nevando, lo que lleva a que en el suelo ya se vea la nieve, solo puedo autocontrolarme, para no tomar una y lanzársela a Sean. Él abre la puerta y en cuanto entro, siento como todo mi cuerpo se calienta, recibimos algunas miradas de las personas que se encuentran presentes, lo que resulta algo incómodo, pero dejé de sentir eso, cuando un chico sentado en la esquina pegado a la ventana voltea a vernos. Me muerdo la lengua para no ponerme a gritar de la emoción que estoy sintiendo, mi corazón se acelera cuando lo veo levantarse y caminar a donde nos encontramos. —Que bueno es verte —dice el chico abrazando a Sean con una sonrisa de oreja a oreja. —Lo mismo digo. Clay, ella es Courtney, la... —La chica que ganó la competencia —termina la frase el chico y yo afirmo con la cabeza tratando de que no salga un grito, prefiero sacarme sangre de la lengua a ponerme en ridículo— Hola, linda. Al oír esas dos palabras salir de su boca es suficiente para que me ponga a gritar, saltar y desmayarme, pero estoy en un lugar público, con dos personas que he admirado desde bastante tiempo, así que para nada puedo actuar de esa forma. Mis manos cubren mi boca en cuanto el grito quiere salir, lo que lleva a que Clay suelte una pequeña risa. —¿Eres fan de Clay también? —averigua Sea cuando los tres tomamos asiento en la mesa donde el chico se encontraba antes de que llegáramos. —¡Por supuesto! En realidad, soy fan de todos los de Destineted to shine —hablo sin creer que tengo a dos de los integrantes frente a mí, sigo sin comprender como es que aún no me desmayo. Me disculpo un momento con ellos para ir a comprarme un café, pero Sean se ofrece a hacer, debido a que él también quiere uno, al final, terminamos yendo los dos y en pocos minutos volvemos a la mesa con nuestras deliciosas bebidas en mano. —Clay —Digo su nombre de forma nerviosa —¿Sería posible que grabes un corto video enviándole un saludo a mi mejor amiga? Si le platicó que te conocí y no hice nada para ella, me asesina. Acepta sin ningún problema, le entrego mi celular, le digo el nombre de la chica, él empieza a hablar agradeciéndole por el apoyo que le da y espera que algún día logren conocerse. Al terminarlo, me regresa el móvil y presionó enviar en la conversación que tengo con ella, en cuanto lo recibe, empiezan a llegarme demasiado mensaje de Raven diciendo lo emocionada que está y que no puede creerlo. —Muchas gracias, Raven está vuelta loca en estos momentos. —¿Puedes llamarle? —pregunta Clay dando una sonrisa traviesa. Lo miro a él y a Shawn, el cual me doce que no lo haga mientras me mira curioso de saber que tiene en mente su amigo. —Claro que sí —Coloco el celular en la mesa y lo pongo en altavoz para que los chicos puedan oír. —¡Tienes una maldita suerte que envidio con todas mis fuerzas! ¡No te es suficiente con estar con Sean, ahora también con Clay! —se detiene para agarrar aire ya que solo está gritando— Más te vale no enamorarlo. —No sabía que Courtney quisiera enamorarme, gracias por avisarme —habla Clay y solo se escucha un enorme silencio desde el otro lado de la llamada. Mi amiga está muerta. —Gracias por matarla —Digo riendo junto con los chicos—Raven, dime qué sigues viva, el chico de tu sus sueños está aquí conmigo y quiere hablar contigo ¡reacciona! Un grito se escucha de su parte y suelto una carcajada porque resultaría imposible que ella se muera sin decirle todo un discurso que tiene preparado para él. Raven y yo teníamos personas distintas preferidas del grupo Destineted to shine, para ella siempre ha sido Clay, en cambio para mí, lo es Sean. —¡Dios mío! ¡Eres tú! —Si lo soy, es un gusto hablar contigo o creo que lo estamos haciendo —dice el chico volviendo a reír. —Dile te amo y se volverá a morir —susurro para que mi amiga no me escuche. Se lo piensa unos segundos. —Raven muchas gracias por apoyarme durante todos estos años, eres una increíble fan y por eso te amo. Cuando Clay termina de hablar, la llamada se cuelga, indicando dos cosas, ahora en verdad me he quedado sin mejor amiga o es que se encuentra gritando y saltando como loca por toda su recámara, asimilando que la persona que siempre amó a través de la pantalla, le dijo que la amaba. —Acabas de asesinar a mi amiga, tú pagaras su funeral —Le digo señalándolo con el dedo, mientras le doy un trago a mi café. —Tú dijiste que lo hiciera, así que eres cómplice del asesinato. •••••• SÍGUEME EN ** PARA DUDAS O COMENTARIOS: @sujeybooks
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