Capítulo 10
Salgo de la habitación cuando sale el sol, tengo algo de hambre a pesar de la terrible noticia que recibimos por parte de Hoseok, camino a la cocina donde HwaSa y el chico estaban hablando. Al verme me saludan con una pequeña sonrisa, la noche fue terrible para todos.
— ¿JungKook sigue durmiendo? —pregunta Hoseok.
— Sí—asiento— ¿Pudiste dormir algo?
— Sólo un poco.
— No puedo creer que ellos le hayan hecho esto—susurra HwaSa más que indignada—Tenemos que actuar antes, es obvio que no podremos esperar a que recuerdes algo...
— Ir donde TaeHyung ahora mismo sería s******o y sería darle lo que quiere.
— Ellos seguirán asesinando gente hasta que aparezcamos...
Hoseok me interrumpe.
— Tenemos que esperar que esos bebés nazcan, si quieres responder con un ataque necesitamos que esos pequeños permanezcan aquí, lejos de esas personas—señala—Piensa en tus bebés, Grace.
— ¿Quieres que aguante cuatro meses sin hacer nada? No creo que JungKook soporte eso—niego con la cabeza—TaeHyung le disparó a su madre y la que decía ser mi amiga le disparó a su sobrino de cuatro años.
— ¿Por qué crees que Tae envió esto? Él quería provocarlo.
— Y lo ha conseguido, en cuanto JungKook se recupere va a buscarlo...
— Hoseok, ellos están asesinando personas inocentes—HwaSa me apoya—NamJoon sigue con ellos, van a lastimarlo, si llegan a dispararle...
— Te prometo que NamJoon estará bien—la mira y luego a mí—Tú no estás en condiciones de ir, ¿Quieres dejar que se enteren de los mellizos?
— Bien, tienes razón, dame una solución ahora.
— Esperar a que nazcan.
— Podemos adelantar el trabajo nosotros—dice HwaSa—Tú y yo podemos ir a la ciudad...
— ¿Y enfrentaremos a la familia Kim nosotros solos? —se burla con ironía—Escúchenme, sé que esto descontroló todo, no sabemos cómo es que supo dónde estaba JungMin, ninguno de nosotros planeó esto, cuando tú y JungKook fueron a buscar a Grace, EunHa le avisó de sus sospechas con nuestro plan, no es idiota, sabía que JungKook pensaría en algo para sacarla, NamJoon había logrado sacar el aire de las ruedas del auto.
— ¿En qué momento los atrapó? —pregunta HwaSa.
— Cuando perdieron de vista la camioneta, TaeHyung no dijo nada, alguien me golpeó en la cabeza y desperté en una vieja habitación con NamJoon.
— Esto es mi culpa—intervengo. Trago con dificultad respirando profundo—Kookie y JungMin murieron por mi culpa, debí tenerlo en cuenta...
— No, no es tu culpa, Grace—Hoseok coloca su mano en mi hombro—No pienses así, el culpable aquí es TaeHyung por ser tan psicópata y de EunHa por creer en él.
— No iremos a ningún lado—dice una cuarta voz. Los tres volteamos a ver a JungKook quien se acerca, sus ojos están ligeramente hinchados, incluso se nota un poco sus ojeras, su cabello está despeinado pero pasa sus dedos por él mirándonos seriamente. No sé qué está pasando por su cabeza, anoche se había quedado dormido llorando en mis brazos—Hoseok tiene razón, esperaremos que nazcan los bebés.
— JungKook—toco su brazo—Lo siento, esto...
— ¿Dónde está el celular? —el chico ni siquiera me ve.
— ¿Qué? —Hoseok queda algo confuso por la pregunta.
— El celular que Tae te dio, ¿Dónde está?
— En la sala...
JungKook sale de la cocina y toma el celular de la mesa de café. Lo arroja con fuerza al suelo haciendo que la pantalla se rompiera, HwaSa y yo nos miramos sorprendidas por la actitud violenta.
— JungKook...—Hoseok intenta detenerlo, pero éste lo ignora. Desaparece unos segundos y regresa con un martillo, comienza a golpear lo que queda del celular, las venas sobresalen de sus brazos por la fuerza que aplica— ¡Basta! —Hoseok de nuevo intenta detenerlo, pero JungKook lo aparta de un empujón.
— Alguien delató a mi madre, si TaeHyung la consiguió es porque alguien sabía su dirección—dice respirando un tanto agitado. Sus ojos tienen un brillo de locura, JungKook no está pensando con claridad, su mano sigue sosteniendo el martillo.
— Entiendo que te sientas así, pero debes calmarte...
— ¡Asesinó a mi madre y mi sobrino! —levanta la voz— ¿Cómo carajos quieres que me calme? —exige saber—Se suponía que ellos estarían bien, se suponía que no iba a usarlos, pero se salió con la suya.
— Yo también quiero deshacerme de ellos, pero tienes que calmarte, aunque sea difícil—se acerca despacio—Dame ese martillo, JungKook, el celular ya no sirve.
— Kookie no tenía la culpa de nada—susurra respirando con algo de dificultad. Aparta con rabia las lágrimas de sus mejillas y Hoseok toma el martillo—Tenía cuatro años, hyung, era muy pequeño para saber lo que pasaba—solloza—Es mi culpa.
Hoseok lo abraza dejando que llore en su hombro. Es imposible no sentir ese dolor también, es imposible no repetir en mi cabeza el momento que Jane murió. En segundos paso a odiarme por no poder recordar, la verdadera culpable aquí era yo.
— ¿Mi madre sigue durmiendo? —susurro a HwaSa.
— No, salió hace poco a buscar algo de café donde una de las ancianas.
— Iré a buscarla.
— ¿Quieres que vaya contigo?
— No, quédate aquí—camino a la habitación colocándome otros zapatos y un suéter de tela delgada. Cuando me dirijo a la puerta escucho a JungKook.
— ¿A dónde vas?
— Buscaré a mi madre—mi mano está en el pomo. JungKook niega con la cabeza separándose de Hoseok—Regresaré en un momento...
— No quiero que salgas de esta casa—ordena.
— Entiendo que estés asustado y preocupado porque yo lo estoy aún más, pero estás exagerando...
— Grace, no te pido un favor, te estoy ordenando que te quedes en la maldita casa—dice entre dientes.
— ¿Me estás ordenando? —digo incrédula—Pareciera algo más que una orden, ¿Estás furioso conmigo? El enemigo es TaeHyung, lamento lo de tu madre y lo de Kookie, yo también lamento sus muertes y quiero ir por él para acabar con esto.
— Prométeme que no saldrás de la casa hasta que los bebés nazcan—se acerca peligrosamente.
— No lo haré, no puedo prometer eso.
— No me hagas obligarte.
— ¿Qué? ¿Vas a drogarme como hizo TaeHyung? —niego con la cabeza—Regreso en un momento—giro el pomo abriendo la puerta, pero ésta se cierra de golpe. JungKook me abraza por detrás obligándome a moverme— ¡¿Qué estás haciendo?!—forcejeo intentando soltarme. Me lleva hasta el cuarto teniendo más fuerza que yo— ¡Suéltame! —me deja en la cama y rápidamente sale de la habitación cerrando la puerta— ¡JungKook! —giro el pomo pero no cede— ¡Abre la maldita puerta! —golpeo la puerta con mis puños— ¡No puedes encerrarme!
— Es por tu bien y de los bebés, no puedo perderlos de nuevo.
— No vas a perdernos, abre por favor.
— Lo siento.
— ¡JungKook! —mi enojo sale a flote— ¡¿Me sacaste de esa casa para encerrarme en otra?!—no tengo respuesta— ¡Respóndeme, maldición! —golpeo la puerta dándome por vencida a los minutos, mis nudillos están rojos y duelen, me siento tan frustrada que las lágrimas salen sin mi permiso—Mierda—apoyo mi espalda de la puerta deslizándome hasta el suelo. Acaricio mi vientre sintiendo un ligero movimiento—Tranquilos, todo estará bien—susurro—Su padre sólo está...asustado, él...tiene miedo de perderlos—aparto algunas lágrimas, pero no resisto mucho y comienzo a sollozar—Mami también está asustada, bebés.