Los minutos parecían eternos mientras Antonio esperaba una señal de vida de Laura, con la angustia creciendo dentro de él. Así que, se comunicó con la vigilancia de su residencia y les dijo por llamada que la fueran a ver. Laura desde el otro lado de la ciudad, un tanto temerosa atendió a la puerta y enseguida se asustó porque no sabía que Antonio la había estado llamando. —¡Muchas gracias, señor, ya, me comunicaré con él!—Fue lo que le dijo Laura al vigilante del lugar. Como ella estaba muy concentrada y nerviosa en limpiar el desastre de la cocina, si esperaba la llamada de Antonio, pero no se había dado cuenta de que su telefono celular estaba descargado. —¡Oh, Dios mío, si soy irresponsable! Rápidamente, Laura conectó su teléfono a cargar y esperó pacientemente a que estuviera comp

