Varsovia-Polonia En una hermosa casa de clase alta a las afueras de la ciudad, se encontraban dos niñas quienes discutían por un peluche de conejito algo viejo: «Idioma, polaco» —¡Este muñeco es horrible necesito botarlo, desde hace años no me gusta verlo me cae mal!—Se lo quitó de forma violenta de sus manos. —¡Pero Ania ese muñeco es mío, lo tengo desde que nací, dámelo! Ania, una preadolescente de unos doce años, con cabello rojo y rizos rebeldes, y dientes chuecos enfundados en brackets, se acercó a la ventana con una sonrisa maliciosa, amenazando a Ludmila, la otra niña, diciendo que lanzaría su querido muñeco por la ventana. —Lo sé, pero necesito que hagas toda mi tarea y también la de mis amigas. Tú eres una cerebrito, ¿no es así? Si no lo haces, te juro que lanzaré este muñec

