En ese momento siento como sus piernas se elevan hacia mi espalda y con mi rostro sobre su oído comienzo a embestirla con este ardor que siento que tengo por dentro. —¡Acábame adentro doctor!—Exclama y eso hace que comience a desfallecer. Así que, con la poca voluntad que me queda, dándole unas cuantas embestidas más escuchando los gemidos agudos de mi hermosa esposa, me entrego y mi pene comienza a bombear mi semen dentro de ella en una explosión de placer absoluto, y mientras me vengo dentro de ella En un arrebato de pura satisfacción, mi cuerpo tiembla, dejando escapar un gemido ronco y agudo. Laura, también la siento temblorosa, y comienza a gritar, lo que me imagino que también llegó al placer, porque así lo hizo hace rato. Así que, en ese instante, sin pensarlo dos veces, me elev

