—Si doctorcito—Le dijo Laura preocupada pensando en el pene de Antonio—Si lo saca se le va a enfriar por el aire acondicionado, mejor no lo encienda. Además, se ve que es grande, desde que lo conozco he notado que siempre se mete la mano en el bolsillo a cada rato y me imagino que es para acomodárselo. Eso sucede mucho cuando es grande porque a lo mejor se le sale un poco de su lugar, ¿no es así? Antonio frunció el ceño ante lo que ella dijo y le respondió, con dulzura con su típico tono de voz muy formal y serena: —Pues… si, siempre lo acomodo porque... es algo grande, todos me lo dicen. Siempre se nota, pero creo que no importa que se enfríe. De hecho, no le pasará nada. Pero oye, no sabía que eras tan observadora. —Yo… soy algo experta, por eso lo noté también señor —contestó Laura,

