El reverendo Josh, notando que "El mundano" estaba tomando la voluntad de Antonio carraspeó su garganta para interrumpir aquel beso tan sugestivo. «Carraspeaba el reverendo Josh» —Disculpen, siervos. ¿Nos retiramos? En ese momento, Antonio y Laura se separaron de inmediato. Por un momento se habían olvidado de los presentes. —¡Lo siento, reverendo, perdónenos! —¡Oh, lo sentimos reverendo!—comentó la mujer arreglándose el cabello. —No pasa nada. Enseguida, Antonio los miró a todos, carraspeó su garganta y metiéndose la mano en el traje en uno de sus bolsillos sacando dos tarjetas y les dijo: —Reverendo Josh, los iba a invitar a un gran almuerzo a este restaurante, si quiere…vayan ustedes sin nosotros, Laura y yo, iremos a otro lado. Esta tarjeta es la entrada para ir allá, de toda

