—Reverendo usted si que es talentoso, parece como si hubiera estado en la NBA. El reverendo Josh acomodando su sotana después de aquel gran salto, yendo hacia donde Antonio le respondió: —Nah, yo solo encesto es para nuestro señor, por cierto, ¿te quisieras meter en nuestro equipo de básquet de la iglesia? Ya hay varios hermanos tu deberias hacerlo querido siervo, eres alto y eres bueno en el juego también. —Ummm, me gustaría reverendo pero usted sabe que estoy muy ocupado en mi clínica con mis pacientes. —Claro… la clínica de ginecología. A continuación, el reverendo Josh mostró un gesto de camaradería al rodear con uno de sus brazos a Antonio y le dijo lo siguiente: —Ok, sígueme contando querido siervo, que es lo que le pasa “al mundano” con la paciente. ¿La volviste a ver? Sentém

