Llegado el mediodía, de no ser por la secretaria, a César se le pasa por alto la cita que él mismo mandó a concertar con el abogado que lo llamó el día anterior para hablar de algún tema de Arianna que hasta ahora desconoce.
La visita de Angélica logró distraerlo por completo de esto y de todo lo que lo traía en total distracción. Sin quererlo ella logra hacerlo molestar, al punto que no tolera su presencia. Por más que ha intentado comprenderla y aceptarla tal cuál es, le cuesta. Le es difícil justificar su forma de actuar y de pensar. Su padre, aunque un poco más tranquilo pareciera apoyarla en todas las locuras que se ha propuesto. No es insistente como ella, pero tampoco se opone a ninguno de sus caprichos, y eso es algo que le sorprende.
Se había negado a ver a su madre como la mu
