Contrariado por la llamada que acaba de recibir, César pensativo se pone de pie y avanza unos pocos pasos hasta quedar de espalda a la puerta de su oficina y al frente de las montañas que tiene como vista panorámica visible a través el enorme ventanal que compone la pared de vidrio de parte del espacio.
Desde la mañana que ella lo llamó se siente extraño. Reconoce tener tiempo sintiéndose así, desde que Arianna recayó en la enfermedad, vio como su vida cambió por completo, y conocer a Fabiana lo hizo más consciente de su realidad.
Ver la fortaleza y el ánimo con el que Fabiana hace las cosas, más esa apatía que demuestra ante las miradas curiosas de personas como él, frente a cuyos ojos la primera impresión que da es ser una persona extraña e incapaz, le ha dado un duro golpe a las conv
