Transcurrieron tres días en los cuales Fabiana estuvo en su turno y otras horas un poco más allá de la convenida como su hora de salida al pendiente de la recuperación de Arianna.
Para Fabiana ha sido extenuante, triste y hasta lamentable conocer de cerca la vida Arianna. No terminaba de procesar mentalmente las interrogantes que le han ido surgiendo respecto de las razones por las que tanto Arianna como su esposo permiten que otras personas opinen y hasta se crean con el derecho de decidir sobre el destino de su relación, cuando una mañana de esos tres días, tuvo oportunidad de conocer a los padres de Arianna, quienes llegaron a visitarla, luego de regresar de un viaje por el exterior.
—¿Como le va? Disculpe —Le habla una mujer perfectamente arreglada, figura estilizada y voz sutil, p
