Los ojos de Lorenzo no se despegan de mí, estoy tan acostumbrada a que la mayor parte de los hombres tienen esa reacción conmigo, sin embargo, desearía que con él fuera diferente; puesto que es el amor de la vida de mi mamá, quisiera que me observara como si fuera su hija y no una mercancía que devoran ya. —Debería ser sincero porque usted está escuchándome, eso sí sería un milagro —digo sin temor alguno, puesto que antes si él se aleja se me solucionará mucho más la vida. —Lo estoy siendo Alison, otra cosa muy distinta es que nunca me voy a cansar de pretenderte. Sabes exactamente que me encantas; dejar de sufrir está en tus manos, simplemente aprovecha y empieza una aventura conmigo es lo que más te conviene. —Lorenzo se frena de colocar su mano sobre la mía, lo cual es bastante extr

