Me acosté en mi cama después de un segundo día tranquilo en la manada. La Luna Eden seguía en el hospital, aparentemente en reposo hasta que tuviera al bebé, lo cual, según lo que me había dicho el Beta Asher, no fue bien recibido. Así que verla probablemente tendría que esperar hasta que me dieran permiso para visitarla, o hasta que tuviera al bebé. Aparte de una breve visita a la puerta de mi habitación para notificarme esa información temprano en la mañana, tampoco había visto más al Beta Asher. Había recorrido la manada por mi cuenta, viendo si podía recordar dónde estaban las cosas, y creo que lo estaba haciendo bien. Unos días más de exploración y creo que conoceré el lugar. Afortunadamente, por muy mala que pudiera ser mi orientación a veces, podía confiar en la orientación de Akir

