Solo hace un momento había estado esperando la comida que él sostenía, ahora mi estómago se había encogido, desesperadamente nervioso por lo que quería hablarme. Pero hice lo que me pidió y lo seguí para sentarme en el sofá, esperando que comenzara con lo que quería discutir, pero en vez de eso, eligió torturarme y comenzó a arreglar algo de comida en platos para los dos. ¡¿Es en serio?! ¿No sabía que quería saber qué era tan urgente que me había llamado de mi cama con mi compañera? —Entonces, ¿te va bien con tu compañera, hijo? —me preguntó con una sonrisa cariñosa. El Alfa y mi papá habían sido amigos cercanos desde la infancia, y con mi papá siendo su Beta, el Alfa siempre había estado en mi vida. Me trataba como a uno de su propia familia. Por eso, siempre se refería a mí como hijo, y

