Ella gimió alrededor de su polla y se retorció, metiendo una pierna debajo de su cuerpo y la otra arrodillada en el suelo junto a su asiento. Él continuó azotándola mientras ella lo chupaba, su mano acariciando y abofeteando alternativamente la suave y flexible carne mientras lo penetraba profundamente, tragando alrededor de la polla, para llevárselo a su garganta atragantada. Josh levantó las caderas, agitándose en su boca. El coche se mecía mientras los cepillos automáticos golpeaban los laterales y la parte superior, disimulando a los ocupantes. Josh rugió: --¡Joder, sí, sí, sí!--. La obligó a bajar la cabeza con fuerza antes de levantarla, con los ojos clavados en su rostro, su boca abierta y jadeante mientras él le inyectaba pegajosos chorros de semen en su lengua dispuesta y en su b

