Capítulo 2
959 Words
Punto de vista Paul
Me levanté muy temprano en la mañana con una resaca horrible no me acordaba que había hecho ayer, me puse un pantalón que encontré en el piso y entonces me percaté que esa no era mi habitación era la de mi esposa Melinda, me asusté y empecé a buscarla, pero no la encontraba necesitaba saber qué pasó anoche, me detuve un momento y respire profundo y fue entonces que escuche que alguien lloraba, fui hasta donde escuche el llanto que era como el de un niño cuando su mamá lo reta y ahí la encontré sentada en un rincón de su armario sin ropa con sus brazos rodeando sus piernas su pelo cubría toda su cara.
Cuando me intenté acercar la llame por su nombre.
⁃ Melinda, Melinda......
La llame y me miró pero de inmediato empezó a retorcer y a llorar mientras lloraba me decía
⁃ No me toque..... por favor.... no me a hagas.... daño......te lo suplico por favor......
⁃ Melinda yo no te voy hacer daño soy tu esposo nunca te haría daño.
⁃ Por favor.......
Ella seguía llorando intenté acércame pero no pude, ella se separó el cabello de la cara y ahí me di cuanta de lo que hice, ella estaba toda golpeada la cara algunas partes de su cuerpo y tenía sangre. No podía creer lo que había hecho y recordé todo lo de anoche, recordé como ella me suplicaba que la dejara, como la golpee para que se callara, como le hice ese daño tan grande a una mujer inocente.
⁃ Perdóname por favor yo no quise hacerte daño Melinda por favor perdóname por favor perdóname
Ella no me miraba seguía como la había encontrado solo escuchaba su llanto desconsolado, intenté acercarme nuevamente, pero no pude ella volvió alejarse hasta que se levanto y tropezó con una silla y se golpeó la cabeza con una mesita que había en una esquina y quedó inconsciente me acerque la llame
⁃ Melinda......Melinda por favor respóndeme tú no te puedes morir tú no hiciste nada yo fui él desgraciado tu no puedes morir yo debería morir por lo que te hice...... perdóname por favor pero despierta
Seguía inconsciente la levante en mis brazos la lleve a la cama la acosté y me puse a caminar como loco y a tirar las cosas hasta que una sirvienta entro.
⁃ Señora se encuentra bi........ ¿que le pasó a la señora porque está así?
⁃ No Nono no lose llama a un doctor ¡ya muévete no la toques!
La sirvienta salió toda apurada a llamar al doctor yo no sabía que hacer y lo único que se me ocurrió fue tapar su cuerpo con una manta para que no vieran lo que le hice y entonces me di cuenta que la almohada estaba roja era de que se estaba desangrando.
El doctor demoro mucho en llegar apenas llego me pregunto qué le pasó yo no le respondí solo vi como limpiaba sus heridas de todo su cuerpecito se la veía tan frágil que me di cuenta que rompí a un ser tan inocente tan puro ¿porque la sabana había una maca roja pequeña?, que no era de la herida en su cabeza y entonces caí en cuenta que ella era virgen y me sentí peor que nunca le quite su Virginidad de la peor que puede existir porque aunque mi cabeza no lo quiere admitir una parte de mi dice que la viole, yo viole a un ser inocente un ser puro, bueno y frágil.
¡Mierda que hice!
El doctor despuedes de curar sus heridas se fue por suerte solo fue una pequeña hemorragia en la cabeza nada más en unos días hiba estar bien, eso me tranquilizaba pero no quitaba de mi mente lo que le hice.
Y así pasaron dos días ella no despertaba yo no me alejaba de ella ni dejaba de lamentarme lo que le hice, al tercer día salí de la habitación a darme un baño rápido cuando iba entrando en la ducha encauche un grito proveniente de la habitación de Melinda así que me puse el pantalón que tenía puesto y una camiseta que encontré por ahí, corrí a al habitación de Melinda y lo que vi me dejo espantado ella estaba en el piso desangrandose.
Se había despertado y arrago el cuchillo qué había a un lado de la comida y se corto el cuello la imagen fue tan desgarradora que no supe reaccionar me quedé paralizado hasta que la sirvienta qué la encontro me hablo.
- ¡Señor que hacemos se está desangrando! ¡Señor! ¡Señor!
- Ha... hay que llevarla al hospital
Me acerque a ella y le coloque un trapo en el cuello para detener la herragia, la carge en mis brazos y le dije al chófer que nos llevara al hospital lo más rápido posible.
- Melinda no te mueras porfavor... porfavor no te mueras
Le dije al borde del llanto, esto es mi culpa ella está asi por mi culpa
Cuando llegamos al hospital la atendieron rápidamente.
Después de unas horas me llamaron diciéndome que la operación había sido éxito, que aunque fue difícil ya que las venas del cuello se habían comprometido mucho, pero que ya se encontraba fuera de peligro, que en unos días se hiba a despertar, después de esa conversación con el doctor me fui a la habitación donde ella estaba y al verla acostada en esa cama de hospital, tan pálida, tan frágil, tan delicada que no me pude aguantar y empecé a llorar, me arrepiento de todo lo que le hice, soy un imbécil sin corazón ella me suplico que no le hiciera daño y yo la golpee y la viole
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