Mi verdad eres tú

Capitulo 01

Emma

-¡Emma qué lindo verte por aquí! - grita alegre Amelia.

Una señora ya de edad una hermosa mujer que desde que tengo uso de razón nos trató con mucho cariño y amor.

-Nana, ¿cómo estás? - pregunto alegre y la abrazo.

-Por dios mi niña si no fuera por que eres la única hija que crié con esos ojos tan hermosos jamás te hubiera reconocido, ya eres toda una mujer - asegura y la abrazo fuerte dejando un sonoro beso en su mejilla.

-Nana exageras - digo y entramos a la casa.

Mi viejo hogar donde crecí y conocí a muchas personas, el día de hoy no los he visto casi y menos a la persona que más he amado en mi vida, desapareció sin decir nada...

-Como que exagero cariño solo mirate me imagino que tienes novio o marido - dice y me sirve una taza de té.

-Nana - digo sonrojada y ella sonríe.

-No tengo novio ni marido, he estado muy concentrada en mis estudios y ahora recién me gradué de diseñadora de interiores y estoy muy feliz así - aseguro y ella sonríe y niega con la cabeza.

-¿Y no hay alguien que te robe el sueño? - pregunta curiosa y río.

-No por ahora no nana, en ese lado he estado muy alejada - aseguró y ella rueda los ojos.

-Segura que es por eso o por que aún no olvidas a Dylan - dice segura y mi cara arde sintiéndome incómoda.

-No quiero hablar de eso - digo triste y bebo un poco de té

-Cariño ya han pasado casi diez años desde que lo viste por última vez - dice y acaricia mi mano mientras sonríe.

-¿Tu lo has vuelto a ver? - pregunto sonriendo y ella sonríe de oreja a oreja.

-Pues si, él ha venido varias veces trae obsequios así como los que tú les has traído para los niños y niñas, no lo veo mucho pero de vez en cuando se deja ver, lo único que sé es que es un empresario de finanzas o algo así - dice y el timbre suena.

Ella se levanta y mientras me mantengo en mis pensamientos.

Yo me fui de la ciudad para estudiar disensos de interiores en New York me fui a los diecisiete años cuando recibí una beca, desde ese entonces decidí solo concentrarme en los estudio, claro está que nunca pude sacar de mi cabeza a Dylan.

-Buenas tardes - dice alegre Maya entrando al verme.

-Maya, dios mujer que linda estas - digo y la abrazo.

-Estas tan hermosa pequeña ya eres toda una mujer,¿ dime cuando llegaste?, ¿que es de tu vida? - pregunta y me lleva hasta los muebles.

Saludo a Eduardo quien tiene a una princesa de cinco años en brazos Andrea , Los gemelos ya son unos hombrecitos ya tienen casi dieciséis años, está Malia que tiene ocho años , hermosa familia.

Habló con Maya sobre mi carrera y todo lo que ha pasado estos años lejos de la ciudad y ella me cuenta todo lo que ha sido el transcurso con sus hijos.

-Has visto a Dylan, es todo un hombre hecho y derecho igual de malhumorado que siempre - dice y reímos.

-No, no lo he visto desde que él se fue de esta casa - digo sonriendo triste.

-Cariño aun sigues enamorada de él no es así - dice mirándome con una pequeña sonrisa.

-No sé - digo triste y ella me abraza.

-No hablemos de eso mejor dime¿ te piensas quedar o te vas nuevamente? - pregunta y llega Malia y me abraza.

Dejo un beso en su mejilla y la abrazo.

-Están grandes - digo mirándola.

-No te recuerdo pero vi unas fotos donde me tenias alzada cuando era bebé y por tus ojos fue que supe que eras tú - asegura y la abrazo.

-Eres una dulzura - sonríe y ella empieza a peinarme.

-Pues no lo sé Maya hay una empresa en Italia donde me acepto y tengo cuatro meses para decidirme si digo que si me dan tres meses más para poder renunciar el trabajo de aquí e ir a Italia , ellos pagan los costos de mi viaje y me dan un departamento con el primer mes pago - explico y ella sonríe

-Oh, Emma que alegría y¿ dime te vas? - pregunta y hago una mueca.

-No se que por que en New York también me dan chance de crecer les ha gustado mucho mi empeño y manera de trabajar, aun no lo sé Maya - digo mirando mis manos.

-No importa cualquier cosa que decidas estará bien - asegura y sonrió.

-Por ahora recién trabajaré aquí en esta cuidada me trasladaron aquí para un trabajo en una empresa al parecer necesitan una remodelación y me dejaron ese cargo a mi - digo alegre.

En verdad es sorprendente que me lo hayan dado, es decir apenas y me gradué y ya me ofrecen tantas oportunidades estoy feliz de tener tantas puertas abiertas y poder superarme pero aún no se si quedarme en New York o irme a Italia.

-No sabes cuanto me alegra Emma, espero que te vaya bien en cualquier lugar que decidas ir, sabes que aquí te amamos mucho - dice y la abrazo.

-Extrañe tanto este lugar - digo y ella sonríe.

-Espero que vayas a casa no importa la hora - dice y asiento con la cabeza.

-Claro que iré porque ustedes son mi familia - digo feliz y ella sonríe.

-¿Dónde te estás quedando? - pregunta mirándome.

-En un departamento muy cómodo está un poco lejos de aquí - digo y ella asiente con la cabeza.

Mi celular suena y veo que es Leonardo, dios que intenso es este hombre.

-Perdón Maya tengo que contestar - digo y me levanto y ella asiente con la cabeza.

-Bueno - digo contestando la llamada.

-Hola cariño, te llamaba para ver si nos ponemos de acuerdo y así poder ver los diseños que quiere el dueño de la empresa - dice y suelto un suspiro.

-Perfecto,¿ donde te veo? -pregunto y miro a Maya.

Le hago señas de que ya me voy y ella se levanta y me acompaña a la puerta.

-En el Café enfrente de tu departamento - menciona aún que parece más como una pregunta.

-Perfecto, en media hora estoy ahí - aseguró y cuelgo.

-Me voy ,el trabajo me llama - sonrío y la abrazo.

-Despídeme de nana y mis sobrinos preferidos y claro de Eduardo, los quiero adiós - digo y muevo mi mano en forma de despedida.

-Adiós cariño cuidate hermosa - dice y miro un auto muy hermoso de color n***o estacionarse enfrente de la casa.

Los vidrios son polarizados así que no se ve nada de afuera hacia dentro, le resto importancia y con una sonrisa me subo a mi auto y voy hasta el dichoso lugar.

Me alegra tanto volver a ver a mi familia, los he extrañado tanto.

Dylan

-Jefe ¿a dónde quiere que lo lleve? - pregunta mi chófer mientras me suelto la corbata.

Odio las corbatas.

-A la casa hogar, necesito preguntarle algo a nana - digo y él asiente con la cabeza.

Mi chófer es mi guardaespaldas y mano derecha él sabe todo de mi.

-Como ordene Jefe - dice y arranca mientras voy distraído en mis pensamientos.

Ya ocho años que no veo a mi muñeca de ojos azules, como adoro a esa niña me imagino que ya debe ser toda una mujer hecha y derecha, quizás tengo novio aun que no me gustaría pero no tengo de otra, desde que me metí a este infierno la aleje de mi vida y cuando me fui de la casa le hable muy feo, esas palabras aún las recuerdo al igual que sus lindos ojitos llorosos, ella era y es todo para mi siempre lo será aunque este lejos.

-Señor llegamos - informa Julio y en ese instante que iba abrir la puerta veo a Maya despidiéndose de una mujer.

Estaba de espaldas así que solo pude ver su larga cabellera negra lisa que le llega hasta las caderas, su pequeña cintura y su redondo trasero y largas piernas blancas, está vestida con una camisa manga larga blanca lisa y una falda vino tinto un poco más arriba de las rodilla ajustado a su cuerpo , al ella girar y mirar el auto puedo ver sus ojos azules, tenía ocho años sin ver unos ojos iguales a los de mi muñeca de ojos azules, es imposible que sea ella.

Ella mira por un momento el auto y con una hermosa sonrisa en su rostro se sube a su auto y arranca.

-¿Señor está bien? - pregunta Julio y salgo de mi trance.

-Si, si - digo confundido y me bajo del auto.

-Dylan, qué coincidencia - dice Amelia y me abraza con una sonrisa.

-Nana preciosa ¿cómo has estado? - pregunto y la abrazo para entrar a la casa.

-Muy feliz de haber visto a mi pequeña y ahora vienes tu a visitarme - dice y la miro confundido.

-¿Pequeña? - pregunto y saludo a los gemelos y las princesas para después saludo a Maya y a Eduardo.

-Claro ella vino hoy, recién llego - dice feliz y se va a la cocina.

Miro a Maya pidiendo explicación y ella se rió.

-La edad ya la tiene mal - bromea Maya y sonrió.

-Emma fue quien vino hace poco, llegó recién de su viaje y vino a ver a su nana, no te imaginas lo hermosa que está - dice sonriendo y toma a la pequeña Andrea en sus brazos.

-No lo vi - miento tenso al recordar la.

Carajos no puedo creer que mi muñeca se haya vuelto una tremenda mujer, está irreconocible lo único que no cambia es su hermosa sonrisa y sus preciosos ojos azules aún tienen ese hermoso brillo, mi corazón se aceleró de solo verla.

-¿Estás bien? - pregunta Maya sonriendo niego con la cabeza.

-¿Desde cuándo llegó? - pregunto serio y Eduardo se acerca.

-Llegó ayer - asegura Eduardo y siento una alegría en mi interior.

-Oh -es lo único que digo y ambos sonríen.

-Y¿ en donde se está quedando? - pregunto sin mucho interés o eso quiero que parezca.

-Esta es la dirección que nos dio - dice nana acercándose y me da una hoja.

-Esta algo retirado - digo viendo la hoja.

-Si, está aquí por un trabajo y le dieron la confianza a ella de hacerlo tal vez pronto se nos vaya a Italia - dice nana y todos nos vamos al comedor.

-¿Por qué no se quedó? - pregunto mientras me siento.

-La llamó un compañero de trabajo para verse - dice Maya y acomoda a la bebé en la silla para niños.

-¿Tiene novio? - pregunto serio y todos me miran.

-Celoso tío - dice Sebastián y sonrio.

-Mejor dejemos de hablar de mi pequeña y hablemos de ti cariño, ¿cuando te cases? - pregunta nana y la miro incrédulo para después reír.

-¿Nana eso jamás pasará? - digo obvio y Eduardo ríe.

-Claro que no pasara, si no es Emma no te casas es obvio - habla obvio y lo miro mal.

-Tío, ¿tu amas a mi tía Emma? - pregunta Malia y sonrió.

Es tan tierna.

-Malia deja a tu tío - dice Maya y llega julio para cenar todos juntos.

Mi muñeca ha regresado, está aquí, quiero verla y saber más de ella pero a la vez no quisiera involucrarme mucho con ella, solo por precaución, por eso vengo muy rara vez a visitar a nana no quiero que les pase algo por mi culpa.

Pero se que mi necedad de verla ,de escucharla me ganarán lo sé, la idea de que esté cerca y no poder escucharla no me gusta.

La quiero cerca de mi .