Llegué al segundo nivel de la casa sintiendo el corazón acelerado, en el pasillo había un revuelo entre muebles y los trabajadores de la empresa que están instalando el mobiliario de la habitación de Altair. Aproveché que Iliang no está por ningún lado en el pasillo y toqué levemente la puerta para anunciarme. Al entrar cerré rápidamente, y al voltearme encontré a Altair sentada en el centro de la cama recostada a la cabecera, en sus manos tenía una Tablet y al frente la televisión encendida, volteó a mirarme y con el ceño fruncido y los ojos entrecerrados en seguida me dijo: - Mi mamá no está aquí. - No estoy buscando a Iliang –le digo mirándola fijamente sintiendo el corazón palpitar acelerado ante los nervios tremendos que hablar con ella me producen-, vine a conversar c